El Papa acepta Renuncia de Obispo por abuso sexual
Suman y siguen los casos de abusos sexuales y conductas reñidas con la Moral de parte de algunos miembros del Clero y Obispos en el Mundo
El Papa Francisco aceptó este viernes 20 de julio la renuncia de Mons. Juan José Pineda (57 años) al cargo de Obispo Auxiliar de Tegucigalpa en Honduras y miembro de la Orden Claretiana. El prelado está -desde hace meses- envuelto en acusaciones de conductas sexuales inapropiadas y malos manejos financieros. Su superior en la Diócesis es el Cardenal Oscar Rodríguez Madariaga, coordinador del C 9 que asesora al Pontífice en materias de reformas a la Iglesia Católica.
Juan José Pineda ha estado, en la práctica, al frente de la Diócesis de la capital hondureña mientras su superior, el Cardenal Maradiaga, recibía quimioterapia en Houston por un cáncer de próstata o se encontraba en algún viaje a Roma, ya que es miembro del consejo de cardenales asesores del Papa.
El artículo de L’Espresso se centraba en las oscuras transacciones financieras de Maradiaga de las que ya informamos en su día y en algunas de las cuales parecía estar implicado Pineda.
El National Catholic Register informaba en marzo de que dos ex seminaristas fueron, supuestamente, acosados sexualmente por Pineda cuando este impartía clases en el seminario diocesano. El diario hondureño ConfidencialHN publicó en diciembre de 2016 una denuncia similar, basada en un informe realizado por un grupo de laicos y clérigos hondureños que denunciaron el manejo de dinero por parte de la Universidad Católica y el papel de Mons. Juan José Pineda.
Según declaró el primero de ellos al obispo Casaretto, Pineda “trató de mantener relaciones sexuales… sin mi autorización”, y pasó a detallar las circunstancias de un acoso reiterado y evidente. El ex seminarista se resistió, Pineda insistió y, al final, el primero tuvo, dice, “problemas”.
El segundo fue testigo, además de víctima, de las conductas homosexuales reiteradas del entonces formador con un tercer seminarista. Este segundo testigo, que también se negó a los requerimientos sexuales de Pineda, acabó siendo expulsado del Seminario en forma totalmente abusiva y desconsiderada por parte de las autoridades eclesiásticas, en este capítulo también se señala el silencio del Cardenal Rodríguez Madariaga.
El obispo indagado por la Santa Sede por estas conductas inapropiadas repartía, según informaciones de la prensa hondureña y la italiana, costosos regalos e incluso llegó a comprarle un apartamento a su primer asistente, el mexicano Erick Cravioto Fajardo. Durante años, Cravioto vivió con Pineda en la espaciosa residencia del Cardenal, Villa Iris.
Finalmente, en una carta difundida por la prensa local y la Orden Claretiana, Mons. Pineda aseguró que “he intentado, con todo mi corazón, servir a esta porción del Pueblo de Dios, a su Arzobispo, clero, seminaristas y pueblo de Dios. Si lo logré, bendito sea Dios. Si les fallé, pido perdón”. La prensa local hondureña y romana esperan, con expectación, las declaraciones del Cardenal Rodríguez Madariaga que en su momento a periodistas amenazó con ir a los Tribunales ante “estas difamaciones que afectaban a la Iglesia Católica en Honduras”.
Agencias en Honduras y Roma