Hay que liberar a toda Palestina
Jaldía Abubakra, luchadora palestina de la Diáspora, detalla información sobre las atrocidades que ‘Israel’ comete a diario contra el pueblo palestino. Jaldía, nacida en Gaza como refugiada, vive ahora en Madrid y apoya las organizaciones Samidun, Alkarama y Masar Badil, todas ellas dedicadas a impulsar la lucha y la visibilización de quienes dan la batalla principal en los territorios ocupados.
Para la gente que no lo sepa, en Palestina hay alrededor de 6.000 de presas y presos políticos en las cárceles de la ocupación sionista. Hay una categoría de detención que es la detención administrativa, que consiste en que al preso o presa se le arresta, se le secuestra y no sabe de qué se le acusa. No tiene acusación ni hay cargos. No se sabe cuándo va a salir. No tiene derecho a la defensa, por lo tanto, ni a visitas familiares. La detención administrativa suele ser por cuatro o seis meses renovables en muchos de los casos hasta más de 10 años. Lamentablemente, las presas y presos tienen que recurrir a métodos de castigo corporal o físico de ponerse en huelga de hambre, porque es la única manera que tienen para reivindicar sus derechos de protestar por sus derechos, porque instituciones internacionales no les hacen caso.
No hay nadie que exija que la entidad sionista o que el gobierno de Israel no practique esta política injusta y criminal contra personas civiles, incluso contra personas opositoras. Todo el mundo tiene que tener en cuenta que el pueblo palestino está bajo ocupación colonial y que tiene derecho, incluso reconocido por el derecho internacional, de practicar la resistencia hasta conseguir su libertad y su autodeterminación. Por lo tanto, los presos palestinos desde hace más de 70 años tienen que recurrir a estas prácticas dolorosas, y sacrificios que ellos hacen para llamar la atención sobre su caso. Desde Samidún y desde otras instituciones u organizaciones que nos hacemos eco de lo que está pasando, intentamos llamar la atención sobre sus casos, de lo contrario se pueden morir sin que nadie les haga caso.
Después del caso de Jalil Awawdeh que estuvo más de 180 días en huelga de hambre, y que por fin consiguió que se le ponga fecha. No es que se le deje en libertad, sino que se pone fecha a su liberación, que va a ser según el acuerdo al que ha llegado, el próximo 2 de octubre. Otros muchos presos han hecho esto y, por eso, contra la detención administrativa desde hace más de un año, los presos políticos palestinos, vienen llevando a cabo una serie de medidas también para exigir que se acabe con esta presión.
Las mujeres palestinas siempre han sido lideresas en la lucha desde los años del mandato británico, los datos o los archivos nos dicen que la mujer palestina o las mujeres palestinas han liderado varias manifestaciones, han participado en todos tipos de trabajo y en todas las formas de lucha. Nosotras, cuando fundamos el movimiento Alkarama, en 2017, en marzo en la víspera del Día de la Tierra, era precisamente para dar a conocer este papel de la mujer palestina, porque hay una mirada estereotipada sobre la mujer palestina, especialmente en Occidente que se considera que la mujer árabe musulmana es una mujer sumisa, es una mujer que no participa,y que desde Occidente el feminismo blanco tiene que “ ayudarla» para liberarse.
Entonces, pensamos que había que dar voz a las mujeres que hoy en día están luchando, que están al lado de los hombres palestinos, en todos los tipos de lucha y de trabajo y de colaboración y de llevar a cabo sus trabajos tantos sociales como políticos. La mujer palestina, desde luego, siempre ha participado y siempre participa. Desde los acuerdos de Oslo lamentablemente se ha intentado que las mujeres palestinas en los campos de refugiados y dentro de los territorios palestinos, tengan un papel secundario, que trabaje, pero que su trabajo no sea político, sino trabajo social en las ONG, o sea, limitarla a pedir y recibir ayuda de la Unión Europea, y dedicarse a cuidar a los huérfanos, apoyar a las mujeres, luchar por el tema del feminismo. Y eso sí, no está mal. Está bien, pero tenemos una lucha y un país que liberar y siempre hemos tenido nuestro lugar al lado de los hombres para estar en la política y en la lucha también.
Eso es lo que queremos también desde el movimiento de mujeres palestinas Alkarama, llamar a todas las mujeres palestinas a que ocupen este lugar. Desde Masar Badil, Ruta Alternativa Palestina, consideramos también que la mujer palestina tiene que liderar ese movimiento y tiene que estar visible, y que ella también ocupe su lugar en esa lucha por la liberación de Palestina o por la liberación social. Pensamos que no es suficiente librarnos de la ocupación colonial, si no que tenemos que librarnos como sociedad de todos estos años de intentar llevarnos al oscurantismo, al fundamentalismo a muchas cosas malas que le ocurren a todas las sociedades que sufren una opresión y una colonización, y que desde el imperialismo y el capitalismo intentan tenernos subdesarrollados a los países del sur, normalmente para poder tenernos controlados y así poder explotar nuestras riquezas y que seamos mercado para sus productos prefabricados.
Cuando se habla de Jerusalén, nosotros no queremos poner el fuego en Jerusalén como ciudad santa, que lo es, porque tienen los lugares santos para la gente, van las personas cristianas y musulmanas, si no que para nosotros, la liberación es para todo el territorio de Palestina y todo el pueblo palestino en su conjunto. Nosotros estamos orgullosas y orgullosos siempre de haber sido y seguir siendo un pueblo diverso, que nunca ha habido ningún conflicto, ni religioso, ni cultural ni étnico de ningún tipo. Y la Palestina por la que trabajamos para liberar es una palestina libre, laica, democrática, donde haya cabida para todas las personas que habitan en ella, independientemente de la religión, del color de la lengua, del sexo, de cualquier tipo de distinción, sino como seres humanos iguales en los derechos y en los deberes.
La Red de Al Mayadeen