Noviembre 27, 2024

Gana Lula y van a segunda Vuelta

 Gana Lula y van a segunda Vuelta

Las elecciones presidenciales de Brasil se decidirán en una segunda vuelta, ya que la fuerte propaganda del presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro logró terminar con las esperanzas de Luiz Inácio Lula da Silva de ganar definitivamente este domingo.

El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva ganó el domingo con cinco puntos de ventaja la primera vuelta de elecciones presidenciales en Brasil frente al actual mandatario, Jair Bolsonaro. Ambos se disputarán la segunda vuelta de la carrera electoral. Los resultados dan a Lula da Silva el 48,35% de los votos frente al 43,26% de Bolsonaro con el 99% del escrutinio. La noche fue agridulce para el jefe de Estado que pasó de liderar el recuento desde el comienzo a ver como su contrincante le adelantaba al final. Los resultados dejan a Lula por debajo de lo que pronosticaban los sondeos, mientras que Bolsonaro ha conseguido sumar más de lo esperado para su reelección.

Ninguno de los dos candidatos obtuvo la mayoría del electorado, la carrera presidencial va a una segunda ronda de votación el 30 de octubre.

Varias encuestas de opinión habían mostrado que Lula aventajaba a Bolsonaro por entre 10 y 15 puntos porcentuales antes de la votación del domingo. El resultado, mucho más ajustado, ha hecho desaparecer las expectativas de una rápida resolución de unas elecciones muy polarizadas en la cuarta mayor democracia del mundo. Bolsonaro había cuestionado las encuestas que lo mostraron derrotado frente a Lula en la primera vuelta, porque no reflejaban el apoyo que vio en la campaña.

Observadores políticos habían dicho que un amplio margen de victoria para Lula podría restarle apoyo a Bolsonaro para impugnar los resultados electorales, pero la votación del domingo, que prolonga una elección tensa y violenta por otras cuatro semanas, revitaliza la campaña del presidente.

Algunos sondeos apuntaban a que Lula podría obtener más del 50% de los votos válidos, lo que le permitiría evitar la segunda vuelta contra su acérrimo rival, pero a medida que los resultados se iban conociendo se mostró improbable.

Fuera de la casa de la familia de Bolsonaro en el barrio de Barra da Tijuca de Río de Janeiro, escenario de jubilosas celebraciones cuando Bolsonaro fue elegido en 2018, el ambiente era cada vez más optimista.

Al votar en Sao Bernardo do Campo, Lula reconoció el dramático giro de su suerte tras un proceso que califica de político. “Es un día importante para mí”, dijo. “Hace cuatro años no podía votar porque era víctima de una mentira (…). Quiero intentar ayudar a mi país a volver a la normalidad”. Bolsonaro votó en Río, donde dijo que esperaba ganar las elecciones en la primera ronda del domingo, a pesar de su mal resultado en las encuestas, que según él no recogen su apoyo popular.

El legislador aprovechó la reacción contra el Partido de los Trabajadores de Lula para lograr la victoria en 2018, uniendo a los sectores de la derecha brasileña, desde los cristianos evangélicos hasta los intereses agrícolas y los defensores de las armas. Bolsonaro ha desmantelado las protecciones ambientales e indígenas para el regocijo de agricultores y mineros ilegales, al tiempo que ha impulsado una agenda antigay y antiaborto.

Su popularidad se ha resentido desde la pandemia de coronavirus, que él calificó de “pequeña gripe”. Los escándalos de corrupción también obligaron a ministros a abandonar su Gobierno y pusieron en el punto de mira a sus hijos. Sin embargo, la votación del domingo demuestra que su apoyo está lejos de derrumbarse.

El Programa de Gobierno de Lula para Brasil promete mejorar la vida de los pobres y de las clases trabajadoras de Brasil, como hizo como presidente entre 2003 y 2010, cuando sacó a millones de personas de la pobreza, el hambre y afianzó, a nivel diplomático, la influencia mundial de Brasil.

Agencias Noticiosas en Sao Paulo / Río de Janeiro / Minas Gerais

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