La Paz no tiene fronteras
Cada año, el 21 de septiembre, se celebra el Día Internacional de la Paz en todo el mundo. La Asamblea General de la ONU ha declarado esta fecha como el día dedicado al fortalecimiento de los ideales de Paz, a través de la observación de 24 horas de no violencia y alto el fuego.
Estamos viviendo un momento difícil para el mundo. Todos debemos unirnos –diría que con un mismo corazón y una misma voz–, para gritar que la paz no tiene fronteras. Un grito que surge de nuestro corazón. Es de allí, en efecto, desde los corazones, de donde debemos erradicar las fronteras que dividen y enfrentan; y es en los corazones donde se deben sembrar sentimientos de paz y fraternidad.
La paz ha de aumentar sin cesar de generación en generación, con el diálogo, el encuentro y la negociación. Si se busca el bien de los pueblos y del mundo, es insensato cerrar espacios, separar a los pueblos, o más aún, enfrentar a unos con otros, negar hospitalidad a quien lo necesita. De esta manera, el mundo se “rompe”, utilizando la misma violencia con la que se arruina el medio ambiente y se daña la casa común, y pide en cambio amor, cuidado, respeto, igual que la humanidad invoca la paz y la fraternidad. La casa común no soporta muros que separen y enfrenten a los que viven allí. En cambio, necesita puertas abiertas que ayuden a comunicarse, a encontrarse, a cooperar para vivir juntos en paz, respetando la diversidad y reforzando los vínculos de responsabilidad. La paz es como una casa con muchas estancias en la que todos estamos llamados a habitar. La paz no tiene fronteras. Siempre, sin excepción. Tal era el deseo de san Juan XXIII cuando, en un momento difícil, quiso dirigir su palabra a todos los creyentes y hombres de buena voluntad invocando la paz en todas las tierras’…
Papa Francisco / Carta leída en Madrid el 15/9/2019.
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