Su vida habla sola
“Al servicio de los más abandonados”
Por estos días la Iglesia latinoamericana llora la partida del padre Obispo Pedro Casaldáliga, uno de los superiores de su congregación, Misioneros Claretianos, declaró: “No es la vida de alguien sin pecado ni errores, es la vida de un discípulo que dejó que el amor de Cristo y la pasión por el reino y sus causas fueran el centro de su vida, su vida habla sola”.
Pedro defensor de los más vulnerables y marginados, “su vida habla sola”; palabras que hacen eco una y otra vez en nuestra Iglesia, hoy donde tanta gente está necesitada es un tiempo propicio para que los ministros consagrados y laicos tomemos el ejemplo de tantos que así como Casaldáliga puedan evangelizar a quienes necesitan reanimar su espíritu, evangelizar a quienes hoy son rechazados por la misma sociedad. Don Pedro fue reconocido como el Obispo de los pueblos originarios, un ministro cercano a los menos favorecidos, un ministro con voz y testimonio.
Chile necesita de la Iglesia, necesita de quienes denuncien y anuncien a favor de los marginados, necesitamos fuertemente unirnos a base del diálogo, necesitamos unirnos a base del amor, de mirarnos iguales donde la historia no tenga más repercusiones negativas, necesitamos unidad para que nuestros pueblos indígenas sean reconocidos y dejen de ser marginados, para que ellos también tengan dignidad, para que ellos también puedan vivir en un país que se les respeta.
Sigamos el ejemplo de este hermano Obispo que entregó todo por los más débiles, que con nuestra vida demos esperanza a los más abandonados de nuestros pueblos, para que con nuestra vida demos paz en un mundo convulsionado y que a pesar de la historia nos falta mucho por aprender.
Julio César Antipani Leal
Licenciado en Filosofía y Profesor de Religión