Nunca quedar mal con los poderosos, aunque sea quedar mal con los pobres
Comentario Evangelio 5 de noviembre 2017
“Necesito poco, y lo poco que necesito,
lo necesito poco” (Francisco de Asís).
Hermano Francisco, Obispo de Roma:
Mil gracias por lo mucho y bueno que estás haciendo, pero aún queda mucho por renovar en la iglesia hacia el interior de sí misma.
Jesús habló a la gente y a sus discípulos, diciendo:
«En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen. Ellos lían fardos pesados e insoportables y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar.
Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y ensanchan las franjas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias por la calle y que la gente los llame maestros.
Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar maestro, porque uno solo es vuestro maestro, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo. No os dejéis llamar consejeros, porque uno solo es vuestro consejero, Cristo. El primero entre vosotros será vuestro servidor. El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».
Jesús revolucionó radicalmente toda la estructura religioso-política de Israel, hasta el punto de poner arriba lo que estaba abajo, y poner abajo lo que estaba arriba. Justo lo mismo que hace falta hacer hoy.
EN LO RELIGIOSO:
Jesús critica duramente a los dirigentes religiosos de toda clase: escribas, y fariseos con sus letrados o legistas y sumos sacerdotes, porque:
-saben bien lo que hay que hacer, pero no lo hacen.
-mandan a los demás hacerlo, pero ellos no lo hacen. Utilizan la Ley de Moisés como instrumento de dominio del pueblo.
-atan grandes cargas y las echan encima de los hombros de los demás, pero ni un dedo arriman para llevarlas.
-quieren figurar los primeros en todo, que los llamen señores, que los saluden reverencien en las plazas y ocupar los primeros puestos en banquetes y celebraciones.
-todo lo hacen para ser vistos de los hombres.
-se visten de lujosos mantos de largas orlas y brazaletes bien anchos con frases significativas de la Biblia escitas en ellos (son las filacterias).
-pero en cambio descuidan lo más importante del mensaje de Dios: la justicia, la misericordia, la fe y el amor. (Ver Mateo 23,13-32 y Lucas 11, 41-42)
¿No pasa también bastante de esto en la Iglesia actual?
-A los ojos del pueblo, la jerarquía (sobre todo Obispos y Cardenales) aparecen con demasiada frecuencia al lado de los de arriba, o en solemnes ceremonias, o acompañando a ricos y políticos relevantes, o con vestimentas llamativas y coches de alta gama, viviendo en palacios, o acudiendo a parroquias socialmente significativas a presidir celebraciones especialmente relevantes, o incluso celebrando bodas de ricos y poderosos; o preparando y participando en concentraciones y celebraciones solemnes rodeados de mucha gente que los aplauda y admire, como si esto sirviera para cambiar algo el mundo, hacer justicia, acercarse a los oprimidos; pero muy pocas veces los vemos al lado de los pobres y del pueblo, mezclados con la gente en alguna reivindicación, dejando los palacios para vivir en una casa normal como el pueblo normal; se les llena la boca de paz, pero casi nunca de justicia, porque hablar de paz suena bien a los de arriba y a los ingenuos de abajo, pero hablar de justicia suena mal a los de arriba porque abre los ojos a los de abajo; nunca quieren quedar mal con los poderosos aunque no les importe quedar mal con los pobres. En cambio, el programa de Jesús es muy sencillo y claro:
-No os dejéis llamar maestros.
-Todos vosotros sois hermanos.
-No llaméis a nadie Padre.
-Uno solo es vuestro Padre, el del cielo.
-No os dejéis llamar consejeros.
-Uno solo es vuestro consejero, Cristo.
-El mayor entre vosotros, sea vuestro servidor.
-No devoréis los bienes de las viudas (lo más pobres de aquel tiempo) con el pretexto de largos rezos: ¿Tiene sentido cobrar por misas, funerales, o cualquier otra celebración de la fe? ¿El sacerdote no debería vivir de su propio trabajo civil como hacen otras personas que colaboran gratuitamente con la Comunidad, como lo hacía S. Pablo: “Para mi y para los que están conmigo trabajaron estas manos” (Hechos 20,34)? Es muy necesario dar más protagonismo a los seglares en la Iglesia, hombres y mujeres). El cuidado de la Comunidad debería ser realizado por toda la Comunidad.
-Cuando des un banquete llama a los pobres, lisiados, cojos ciegos.
-Tu recompensa será en la resurrección de los justos.
EN LO POLTITICO:
Un solo texto lo dice todo:
“Sabéis que los jefes de las naciones las gobiernan como señores absolutos y los grandes las oprimen con su poder: no ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera ser grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser primero, será esclavo vuestro”. Según esta enseñanza de Jesús, ni lo RELIGIOSO ni lo POLITICO son aun hoy, ni de lejos, lo que Jesús quiso que fuesen. Fijémonos en cómo es la estructura de la Iglesia y de la sociedad civil:
En la Iglesia:
Abajo del todo el pueblo, laicos en general.
Les siguen algo más arriba los Sacerdotes
Luego los Obispos,
Más arriba Arzobispos,
Casi arriba del todo los Cardenales
Arriba del todo el Papa.
En la sociedad civil:
Abajo el pueblo
Luego Alcaldes
Más arriba los Presidentes Autonómicos
Les siguen los Parlamentarios Nacionales
Después Ministros
Sobre ellos el Jefe de Gobierno
Arriba del todo el Jefe de Estado, Rey
Hay muchos más escalones intermedios en ambos casos, que muchas veces sirven para poco o nada, y lo poco que sirven aun lo sirven para poco o nada.
Desgraciadamente tienen demasiado parecido: consagran estructuralmente la desigualdad, la asimetría, la diferencia, el clasismo, la competencia, el carrerismo…, en vez de consagrar la igualdad, la fraternidad, la horizontalidad, el equilibrio, la armonía, la solidaridad, la complementariedad.
Ahora bien, el problema no está solo en la estructura piramidal, sino además en quienes están en cada uno de los diferentes estratos: es decir, si están al servicio de, o a servirse de…, si miran hacia arriba o hacia abajo, si sus ojos se abren para mirar hacia arriba, o se abren para mirar hacia abajo.
Veamos qué les dijo el Hermano Francisco a los participantes en el III encuentro mundial de Movimientos Populares:
“A cualquier persona que tenga demasiado apego por las cosas materiales o por el espejo, a quien le gusta el dinero, los banquetes exuberantes, las mansiones suntuosas, los trajes refinados, los autos de lujo, le aconsejaría que se fije qué está pasando en su corazón y rece para que Dios lo libere de esas ataduras… el que tenga afición por todas esas cosas, por favor, no se meta en política, que no se meta en una organización social o en un movimiento popular, porque va a hacer mucho daño a sí mismo, al prójimo y va a manchar la noble causa que enarbola. Tampoco que se meta en el seminario”. “Frente a la tentación de la corrupción, no hay mejor antídoto que la austeridad; esa austeridad moral y personal. Y practicar la austeridad es, además, predicar con el ejemplo. Les pido que no subestimen el valor del ejemplo porque tiene más fuerza que mil palabras”.
Tanto dirigentes Religiosos como Políticos tomen nota, por ejemplo de José Mújica, ex Presidente de Uruguay; o de Thomas Sankara, ex Presidente de Burkina Faso (Africa):
José Mujica, ex Presidente de Uruguay:
“No soy pobre, soy sobrio, liviano de equipaje, vivir con lo justo para que las cosas no me roben la libertad”. “La única adicción saludable es la del amor”. “Aprendí que si no puedes ser feliz con pocas cosas no vas a ser feliz con muchas cosas”. “¿Al mundo le llama la atención que vivo con poca cosa, en una casa simple, ando en un viejo auto? Entonces el mundo está loco porque le sorprende lo normal”. “No me disfrazo de Presidente, dono el 90 % del sueldo para caridad, lavo a mano los vasos. Tengo pocas cosas y necesito poco para sostenerlas. Trabajo la huerta con mis manos. La austeridad es parte de la lucha por la libertad. Mi pensión es de 1500 dólares al mes, con eso me tiene que llegar. No soy pobre, pobres son los que piensan que yo soy pobre”.
Thomas Sankara, ex Presidente de Burkina Faso (Africa), asesinado en 1987:
Le dio a su país el nombre de Burkina Faso, que significa la Tierra de los Hombres Íntegros.
Vendió la flota de Mercedes-Benz del gobierno anterior e hizo que el Renault 5 (el auto más barato vendido en Burkina Faso en ese momento) fuera el auto oficial de los ministros.
Luchó contra la corrupción, y prohibió a los familiares directos el acceso a la función pública.
Redujo los sueldos de todos los funcionarios públicos, incluso el propio, prohibió el uso de chóferes del gobierno y los billetes de primera clase de avión. Ordenó a sus ministros viajar en clase turista: “Vais a llegar al mismo tiempo que los demás”.
Redistribuyó la tierra de los terratenientes feudales y se la entregó directamente a los campesinos. La producción de trigo aumentó en tan sólo tres años de 1700 kg por hectárea a 3800 kg por hectárea, lo que hizo el país autosuficiente en comida.
Se opuso a la ayuda exterior, diciendo que “el que te alimenta, te controla.”
Habló con elocuencia en organizaciones como la Organización para la Unidad Africana contra la penetración neocolonialista continua de África Occidental a través del comercio y las finanzas.
Ideó la creación un frente unido de naciones africanas que rechacen pagar su deuda externa. Sostuvo que los pobres y explotados no tienen la obligación de devolver el dinero a los ricos y explotadores.
En Uagadugú, Sankara convirtió una tienda de aprovisionamiento del Ejército en un supermercado de propiedad estatal abierto a todo el mundo (el primer supermercado del país).
Obligó a los funcionarios públicos a destinar un mes de salario a los proyectos públicos.
Se negó a instalar un sistema de aire acondicionado en el despacho presidencial, afirmando que el lujo no estaba disponible para nadie más que un puñado de burkineses.
Como presidente, bajó su sueldo a sólo 450 dólares americanos al mes y limitó sus posesiones materiales a un automóvil, cuatro bicicletas, tres guitarras, un frigorífico convencional y un congelador roto, además de la casa donde vivía con su familia.
Organizó grandes campañas de alfabetización y vacunación.
Prohibió la mutilación genital femenina y los matrimonios forzosos, grandes lacras que aún siguen vigentes en Africa.
¡Qué lejos estamos aun en la Iglesia y en el Mundo del mensaje de Jesucristo!
Hermano Francisco: Mil gracias por lo mucho y bueno que estás haciendo,
pero aún queda mucho por renovar en la iglesia hacia el interior de sí misma.
P. Faustino Vilabrille Linares
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