“Han llamado «madre» una bomba, ¡qué vergüenza!”
El Papa Francisco se reunió con 7 mil estudiantes de las Escuelas de la Paz. «Está creciendo entre nosotros una cultura de la destrucción». Y sobre el debate electoral en Francia: «¿Dónde estaba el dialogo? Estamos acostumbrados a insultarnos». «Basta con la explotación y la destrucción de la Creación. Las mamás están preocupadas por darle de comer pollo a sus hijos».
Entre los niños bombardeados y degollados, los migrantes, los trabajadores en negro y las mujeres víctimas de la explotación, y una Creación cada vez más maltratada, está claro que «está creciendo entre nosotros una cultura de la destrucción». Es el triste análisis, crudo y realista, que hizo Papa Francisco sorbe la realidad de hoy en la charla, en el Aula Pablo VI, con alrededor de 7 mil chicos de las Escuelas de la Paz de toda Italia. Esta es una iniciativa que promueve el Ministro de la Educación Pública del país, en colaboración con la Coordinación nacional de los Entes locales para la paz y los derechos humanos y con el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano e Integral de la Santa Sede.
Según Francisco, la causa de muchas de estas actitudes equivocadas está en la educación, que ya no dirige a «las virtudes de la mansedumbre, de la paz, de la tranquilidad». Por ello insistió en la necesidad de «volver a hacer un pacto educativo entre la familia, la escuela y el Estado», y, al respecto, recordó una anécdota de su juventud: «Cuando iba a la escuela, el maestro escribía una nota, después en casa te regañaban… Yo iba en cuarto de primaria, tenía nueve años, y le dije una cosa fea a la maestra, la maestra le escribió a mi mamá en el cuaderno, porque pensó: “Si este, a los 9 años, es capaz de decirme aquello, ¿qué hará a los 20?”. El día después fue mi mamá, la maestra nos dejó hacer ejercicios y después me llamó, y la mamá, frente a la maestra, me regañó y me dijo que le pidiera perdón a la maestra. Le pedí perdón, la maestra me dio un beso, y volví al salón, un poco vencedor, “no fue tan mal”, pero este era el primer acto; el segundo acto sucedió cuando volví a casa», dijo Bergoglio haciendo el gesto de dar una nalgada, suscitando risas y aplausos. «¿Qué quiero decir?», prosiguió, «quiero decir que había un pacto educativo entre la familia y la escuela, mientras ahora, muchas veces, si en la escuela el profesor o la profesora regañan a los alumnos, son los padres los que van al día siguiente a regañar a la maestra o al maestro por esta “agresión contra mi hijo”».
No faltó espacio para animar a cuidar la Creación, con referencia al tema del encuentro: «Protejamos nuestra casa». El punto de partida fue la pregunta de una chica que citó la «Laudato si’»: «Nosotros estamos destruyendo la Creación, el regalo más precioso que nos ha dado Dios», dijo el Papa sin medias tintas. «El consumismo nos lleva a esto —continuó—, la explotación de la tierra». Pensemos en los experimentos químicos: «Hoy no puedes comer una manzana sin quitarle la cáscara debido a los pesticidas. Y también sucede que los médicos aconsejan a las mamás que no les den de comer pollos a los niños, porque les crean un desequilibrio hormonal. Y las mamás están preocupadas…». «¿Cuántas veces —se preguntó el Papa— han conocido jóvenes con enfermedades raras? ¿De dónde provienen? ¿Qué sucede en el Mediterráneo en donde la cantidad de plástico es el cuádruple del máximo que puede haber? No solo estamos ensuciando la Creación, la estamos destruyendo».
El Pontífice también citó los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, por los cuales una chica, Costanza, expresó «resignación y desilusión», puesto que los «responsables políticos no parecen determinados» a cumplirlos. «Aquí me enojo yo, la resignación está prohibida para nosotros. Debemos seguir adelante, luchar con creatividad», recomendó el Papa. De cualquier manera, hablando sobre el compromiso político, de hecho, dijo, «¿sabes qué pensé? Pensé en la gran Mina (cantante italiana, ndr.) cuando cantaba: “Parole, parole, parole…”».
Salvatore Cernuzio – Ciudad del Vaticano
Vatican Insider – Reflexión y Liberación