Noviembre 21, 2024

Petición Sinodal al Papa Francisco

 Petición Sinodal al Papa Francisco

La cuestión de la ordenación de mujeres se ha reducido a un segundo rango. Con esto, el magisterio está reforzando nuevamente los prejuicios oficiales de la iglesia contra las mujeres.

Estimado Papa Francisco:

Nos dirigimos a Ud. ante el continuo retraso en la restitución a las mujeres del lugar que les corresponden como líderes y ministras junto a los varones, como sí lo fueron en la Iglesia primitiva siguiendo el modelo de igualdad enseñado por Jesucristo.

Pese a las insistentes peticiones, por parte de grupos sinodales de todo el mundo, del acceso de las mujeres a la ordenación diaconal y presbiteral, ¿por qué se ha relegado esta cuestión de justicia a una comisión de estudio a puerta cerrada controlada por el Dicasterio? para la Doctrina de la Fe, en lugar de abrirla a expertos externos ya un escrutinio público?

El Pueblo de Dios, nuestra comunidad católica, sufre gravemente por los prejuicios sobre las mujeres perpetuados por prácticas eclesiásticas y “enseñanzas” magisteriales obsoletas. Le pedimos que tome medidas decisivas para erradicar este mal tan dañino.

Llamamos su atención particularmente sobre unos prejuicios contra las mujeres que vienen de antiguo y de los que sus hermanos clérigos dentro del Vaticano siguen siendo cautivos cuando abordan la cuestión de las vocaciones femeninas a los ministerios ordenados:

  • “Las mujeres fueron creadas para ayudar y apoyar a los varones”. ERRÓNEO. Las mujeres fueron creadas a imagen de Dios, iguales a los varones.
  • “Por la forma en que se comportan y se presentan, las mujeres llevan a los varones a la tentación y al pecado”. ERRÓNEO. Las mujeres no son más propensas que los varones a una conducta sexual inapropiada.
  • “Las mujeres están sujetas a sus maridos” . ERRÓNEO. En un matrimonio cristiano, el marido y la mujer tienen los mismos derechos y los mismos deberes.
  • “Las mujeres no pueden ejercer el liderazgo en el ámbito espiritual”. ERRÓNEO. Las mujeres son tan competentes como los varones para asumir roles de liderazgo espiritual.
  • “Las primeras mujeres diáconas sólo recibieron una bendición, no una ordenación plena”. ERRÓNEO. Durante mil años las mujeres fueron ordenadas diáconas sacramentalmente, a través de un rito esencialmente idéntico al que se utilizaba para los varones.
  • “Al elegir a los doce apóstoles sólo varones, Jesús indicó que eran los varones que debían desempeñar los ministerios sagrados”. ERRÓNEO. Al impartir el mismo sacramento del Bautismo tanto a varones como a mujeres, Jesús dio facultad tanto a las mujeres como a los varones para desempeñar todos los ministerios.
  • “Jesús dijo ‘ Haced esto en memoria mía’ sólo a los varones, instituyendo así un sacerdocio masculino para todos los tiempos por venir”. ERRÓNEO. Las palabras de Jesús ‘ Haced esto en memoria mía ‘fueron dichas tanto a los varones como a las mujeres.

Estos prejuicios siguen causando sufrimiento. Infligen injusticia a las mujeres y las hacen sentir de segunda clase y, de hecho, animan al mundo a tratarlas como si lo fueran. Privan a los fieles de los muchos beneficios que las mujeres les aportarían a través de sus ministerios. Estos prejuicios, dado que algunos de ellos siguen siendo reafirmados por la enseñanza oficial de la Iglesia a pesar de estar en contradicción con la Sagrada Escritura y con las evidencias teológicas, socavan gravemente la credibilidad del magisterio. Por último, y no menos importante, estos prejuicios hacen que muchas mujeres ya no se sientan en su casa en la Iglesia católica y por eso la abandonen.

También Le entregamos un ejemplar del libro de John Wijngaards Why Christ Rejects all Church Prejudice Against Women (Por qué Cristo rechaza todos los prejuicios de la Iglesia contra las mujeres, Acadian House 2024). En él se documenta ampliamente el perdurar de esos prejuicios en todos los continentes del mundo así como los argumentos teológicos que demuestran su falacia.

En vista de todo esto, Le pedimos urgentemente, Santo Padre, que dé el primer paso decisivo hacia la reforma restaurando la ordenación sacramental de las mujeres al diaconado y establezca organismos eclesiásticos fidedignos para estudiar la admisión de las mujeres al sacerdocio y al episcopado.

Miriam Duignan
Directora del Instituto Wijngaards de Investigación Católica

Cómo firmar la Petición

Las organizaciones que desean firmar la petición como una unidad completa, deben informar a Miriam Duignan a miriam@equalityforwomen.org.

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