Las Tragedias humanas tienen su revés
Los noticieros televisivos, especialmente en Chile se destacan por entregar todas las mañanas nuevas preocupaciones por la delincuencia, los asaltos, las corrupciones, las catástrofes, los feminicidios… Y, como si no fuera suficiente lo que ocurre en el país, los periodistas rebuscan en cuantas partes en el mundo donde puede haber ocurrido alguno evento dramático.
La guerra en Ucrania y la de la Franja de Gaza entregan al público muchos materiales conmovedores que impactan las mentalidades. Desgraciadamente, nuestros contemporáneos sufren de la rivalidad morbosa por los cálculos de audiencia (rating) de los canales de televisión. Esta curiosidad malsana encubre un temor y una inseguridad que se populariza. El miedo de ser la próxima víctima de la delincuencia. Se anticipa cualquier desgracia que puede ocurrir a uno mismo o a uno de nuestros familiares o amigos. La amenaza de un catástrofe natural, de una enfermedad irremediable, de un quiebre económico preocupa y, a veces, paraliza. Muchos preconizan el ‘carpe diem‘ el disfrutar inmediato, buscan cualquier novedades, remedios, experiencias , drogas , no quieren recordar nada del pasado, no quieren pensar al futuro, y hasta dudan del calentamiento global y de la amenaza de un desastre ecológico. Todas las generaciones, los jóvenes como los ancianos viven angustiados, estresados, desesperados.
¿Será que tenemos más problemas o que vivimos mayor inseguridad que nuestros antepasados? Muchos historiadores y sociólogos explican este desencanto por un sentimiento de bien estar perdido. El progreso no sigo por adelante y, de repente, surgen nuevos problemas y esto produce frustraciones. Los problemas mentales y los desordenes sociales son las manifestaciones de un Progreso que parece engañador. La preocupación en torno a la ‘inteligencia artificial’ es reveladora de estas ilusiones y de estos temores.
La magia de la fiesta de Navidad, los deseos de felicidad que se comparten, los adornos domésticos y públicos, la compra de regalos, los gastos de celebración … es una pausa que nos damos de vivir un mundo lleno de problemas y dramas.
La Navidad que celebra religiosamente el nacimiento de Jesús deja poco a poco el espacio a otro personaje más encantador, mágico y comercial: el viejito pascuero. El Pesebre puede estar todavía presente al pie del pino de navidad pero se infantilizó tanto que vale la pena profundizar su originalidad y descubrir lo que algunos pintores han lograr expresar magníficamente: los nacimientos en “claro-oscuro” , un niño Jesús iluminado en un ambiente de lo más sombrío.
Son pocas líneas de la Biblia que nos retratan el Pesebre. Al leer el relato del nacimiento en el evangelio de San Lucas, se puede entrar en el encantamiento de la luz que ilumina la noche, el coro de la multitud de ángeles que cantan la gloria de Dios y también lo bucólico de los pastores con sus rebaños que fueron los primeros a ver al recién nacido-Dios. Pero si completan el relato con la lectura del evangelio de San Mateo se puede conocer a demás a José el marido excepcional de María y sus sueños premonitorios, la estrella y los Magos venido de Oriente. Pero de repente, esta visita desencadena la tragedia de la masacre de los niños de Belén, la huida de esta familia de Jesús a Egipto y su posterior radicación en Nazaret. Es como si la Magia del pesebre se perdería en unas pocas líneas. Pero leyendo de nuevo se aprende que es el censo que obligó José y María a ir al sur del país, era recaudación del impuesto, no encontraron posada, en realidad el país acumulaba 7 siglos de continuas invasiones , represiones, saqueos, deportaciones, destrucción de Jerusalén, rebeliones y represiones, crucifixiones en serie, era una época trágica con el rey Herodes, un tirano cruel al servicio del imperio romano y su hijo Arquelao fue peor que él todavía, (cuenta un historiador de la época) que éste degolló a más de 500 israelitas en el templo, fue esta situación que relegó los padres de Jesús en un pueblo perdido lejos de la capital.
El conflicto actual de Israel con la Franja de Gaza ocurre en este mismo país, es como si el tiempo no hubiera pasado. Las tragedias se repiten a menudo, la guerra de Rusia con Ucrania repite horrores ; en 1932, Stalin el dictador ruso, en una época de hambruna en Rusia, saqueó los campesinos de Ucrania siendo responsable de un genocidio por desnutrición de tres millones de niños. Recordamos el genocidio de seis millones de judíos y gitanos por la Alemania de Hitler (el holocausto). La historia cuenta una tragedia después de otra, fueron las guerras de religiones y sus hogueras, las cruzadas, la Inquisición, la colonización de África con los esclavos negros (que fue el mejor negocio de los portugueses a la época.) Las atrocidades del exterminio indígena en toda América. Sin olvidar los trabajos infantiles en las industrias…
Algunos piensan que los hombres eran más malos antes pero los ejemplos cunden en el último siglo. Durante la 2ª guerra mundial, en la guerra de trinchera de 15 dias en la Marne en Francia murieron 500.000 soldados. A Hiroshima, Nagasaki, con la bomba atómica murieron 210.000 personas en un par de días. La guerra du Vietnam hizo tres millones de víctimas… Por citar algunas pocas cifras.
No eran los buenos contra los malos. Eran una raza contra otra raza, los más fuertes aplastando los más débiles, era el lucro, el poder… Muchos declararon Dios como su aliado. Los soldados alemanes tenían un cinturón que rezaba ‘Gott mit uns‘ (Dios con nosotros) y el Cardenal Spellmann bendecía USA los ejércitos en Vietnam, en el conflicto Rusia-Ucrania se pelean cristianos contra cristianos. En Medio Oriente, dos religiones monoteístas judíos y musulmanes se pelean ‘a muerte’.
Es en este panorama de la tragedia humana que celebramos nuestra Navidad 2023. No solamente Dios ha nacido entre tragedias sino que Jesús ha muerto victima de la represión religiosa y política de su tiempo. Pero con Él, es el proyecto salvador de Dios que brilla en las tinieblas. Los evangelios con los testimonios de la corta vida de Jesús, sus enseñanzas y su amor extremo de la cruz irrumpen constantemente en la tragedia humana. La instauración del Reino de Dios puede ser de trecho largo pero la determinación de Dios no falla. Él nos acompaña y auxiliar a los hombres en su historia, tanto en su realización individual como global. Su proyecto no es de llegar condenar sino de levantar una humanidad a su imagen.
Brilla Navidad cuando se ven menos victimas en los conflictos, cuando se ven muchos esforzados de frenar las masacres, cuando intervienen instancias internacionales mediadoras. Cuando se organizan auxilios a las poblaciones civiles. Cuando existen leyes de la guerra, tribunales internacionales, voluntarios de protección civil, condenas para criminales de guerra. Es Navidad cuando los hombres de buena voluntad y los cristianos se integran con su vida en esta Salvación divina paulatina pero segura. Lo hacen por sus oraciones, por su convivencia familiar, por sus compromisos sociales y políticos, por su perdón de las ofensas, de su amor universal. Nosotros tenemos hasta una misteriosa solidaridad humana para con todos los que viven tragedias. Porque “nuestras” son las oscuridades de nuestras vidas, “nuestros” son los pecados. El que reza el Padre nuestro no pide solamente perdón por lo propio, lo pide por el pecado del mundo Es manera de celebrar la misericordia infinita de Dios. ‘Libéranos del Mal‘.
Feliz Navidad, nos ha nacido un Salvador.
Paul Buchet – Chile