El cristianismo, una religión… / Paul Buchet
Una encuesta reciente de la Universidad Católica aporta algunas informaciones acerca de la situación por la que a atraviesa la Iglesia.
Por provenir de una institución eclesial ésta se presenta como un sondeo de opiniones al nivel nacional. Lo interesante es que se puede descubrir en filigrana el interés de los promotores de las preguntas que se hicieron a los encuestados. Ellos mismos introducen algunas breves evaluaciones antes los resultados de cada sección investigada.
Las primeras preguntas acerca de la religión plantean dos alternativas para distinguir los entrevistados según su profesión religiosa: se les pregunta si son católicos o evangélicos, una tercera alternativa agrupa juntos los creyentes de otras religiones o espiritualidades más los agnósticos y ateos. Los resultados encontrados se informan juntos con datos de los 15 años anteriores (2006 al 2022). Esto entrega datos del descrecimiento de las dos religiones a todo lo largo del país: los que se declaran católicos pasaron de 70% a 48%, los evangélicos de 12% a 17% y el tercer grupo subió del 14% a 30%. A esto, se puede complementar las cifras de prácticas ‘frecuentes’ que han bajado de un 16% a un 13% por los católicos y de un 54% a un 39% por los evangélicos.
Este análisis de estas dos religiones revela un punto de vista católico privilegiado. Al nombrar la religión “evangélica” se agrupa confesiones muy distintas y se elude otras religiones como los ortodoxos, mormones, testigos de Jehovah, musulmanes budistas… Por mínimas que sean estas otras confesiones religiosas, es extraño que no aparezcan ya que se empiezan a manifestar en la población de todo el país. A demás, a pesar de las veleidades ecuménicas, los “diálogos” interreligiosos y la figuración de nuevos líderes religiosos en actos públicos…la encuesta no se los distingue de los no creyentes.
En el sondeo, las categorías de “religiones” y de “creencias” se mezclan y la noción de “Iglesia” está totalmente ausente. Esto deja confusa la participación religiosa como una adhesión institucional, como una agrupación que comparte creencias o una definición censal….¿Que debería calificarse como “religión”? la importancia numérica, la institucionalidad, la legalidad…?
El vacío que deja la encuesta revela el problema actual de la religiosidad. Los católicos se definen tener una “religión” y tener unas “creencias”, pero se definen también por una pertenencia a la Iglesia. Cuando todas las instituciones religiosas están cuestionadas sino desautorizadas, el catolicismo se define como algo más que como “religión”. La religiosidad individual y grupal ganó espacio entre los católicos que entre evangélicos. Identificar como de religión “católica” o “evangélica” es buscar una respuesta fácil para censo y por otra parte declararse “sin religión” es mal visto.
En un foro televisivo, un teólogo católico declaró que “los mapuches “No” tienen religión”. Esta afirmación extraña a los que conocen los guillatunes y los machitunes. Quizás el teólogo no oyó nunca decir de un mapuche que “no necesitaba libro para creer en Dios…”
A continuación, la encuesta da cifras para calificar los entrevistados según su religión, su edad y estatus económico. Informan también de datos de su grado de fe, de sus prácticas religiosas. Preocupados que en la religión católica importan las creencias, la encuesta formula una pocas preguntas: acerca de la Resurrección final, de Jesucristo hijo de Dios, de los milagros, de las devociones a los santos, de los cementerios, de las mandas y los rezos a la Virgen. Esta selección de creencias deja quizás entrever inquietudes institucionales y algunas preocupaciones pastorales. ¿Serán, éstas, las creencias más relevantes o problemáticas? ¿Será la religión católica un compendio de creencias y de devociones de todo tipo? Pero, ¿Por qué no se pregunta nada acerca de los sacramentos, del Papa, de las parroquias, de los sacerdotes….?
En otras secciones aparecen preguntas para una apreciación de la Iglesia católica entre todas las instituciones, se entregan datos de opiniones acerca de la sociedad, la familia, la violencia, la homosexualidad, el aborto, la eutanasia: Las posturas valóricas de los encuestados hace pensar que los católicos son conservadores, un hecho que se subraya en el documento informativo.
Siguiendo analizando el concepto de “religión” que usa la encuesta, se puede recordar que algunos teólogos se preguntaron si el Cristianismo es, a propiamente hablando, una “religión”·. De hecho, las religiones, existen de mucho antes del Cristianismo (católicos y evangélicos) pero anotar el cristianismo en la lista de las religiones parece quitarle toda su originalidad.. Vale la pena recorrer, su inicio, su historia.
De primera, reconozcamos que Jesús del Nuevo testamento no se presenta como fundador de una “nueva religión”, de hecho si vivió la tradición religiosa del Antiguo Testamento, frecuentaba el templo, las sinagogas, conocía los escribas, los Fariseos, los ancianos de su pueblo…pero sus críticas a las religiosidades hipócritas fueron muy severas. A demás invitó sus discípulos a unas perspectivas universales. Hace falta recordar su diálogo con la samaritana, hablando de un culto en espíritu y verdad. La iglesia primitiva tuvo dificultades para encontrar una identidad propia. Los primeros cristianos se distanciaron de la sinagoga judía y San Pablo predicó a Cristo resucitado a los “paganos” confrontándose a las antiguas religiones y al culto del imperador de la epoca. Encomendados por Jesús, los evangelizadores bautizaron, se reunieron en comunitariamente para escuchar y leer los testimonios de todo lo hecho y dicho por Jesús y dando gracias actualizando su presencia entre ellos. “Los del Camino” como se llamaban inicialmente fueron perseguidos pero pasando los años y multiplicándose, recibieron el nombre de Cristiano, ¿Qué otra identidad podían tener? Después buscaron coordinarse y organizarse muchas veces imitando las instituciones existentes nombraron “obispos” territoriales, construyendo templos, redactando compendio de fe, definiendo dogmas, ritos cultos, tradiciones…etc.
La encuesta mencione que, hoy día, sólo 75% de los que se dicen católicos, declaran creer en Jesucristo Hijo de Dios. En la selección de creencias y prácticas que mencionan con cifras de 2012 a 2022 los que creen en la resurrección final legaron a 45%, los milagros 64%, las devociones 39% la Virgen a “32”, celebrando no encontrar, dicen una disminución notable de la piedad popular.
Lo anterior para invitar a leer la encuesta y descubrir sus curiosas perspectivas. Las preocupaciones de sus creadores no fueron de buena pastoral eclesial, no se ve su objetivo ni su intencionalidad. Con un punto de vista narcisista veces, con una actitud independiente; hablando de la “religión católica”.
La problemática de los que no son ni católicos ni evangélicos que pasó de un 14 a un 30 % en 15 años merecía más detalle y las creencias especiales que se señalaron globalmente merecían una atención especificación según la religión o lo no creyente . Se menciona el Karma, la meditación espiritual, lo sagrada natural, la energía cósmica, el fin del mundo, la practica espiritual del yoga, la reencarnación, la astrología, las animitas … Y se olvidaron ( o no apareció) el Guillatún de los mapuches!
Otra cifra que da por pensar es la misma creencia en Dios en el país. Ésta bajó de 93% a 73%. En realidad, no se trata de ninguna religión en particular, se trata de la religión “natural” transversal a todos los grupos religiosos. Ella se resume en creer en la existencia de Dios. Un chiste de simili religiosidad la denigra diciendo : “El diablo, también, cree que Dios existe”. Apropiándose de esta credulidad, se bautizó muchos “católicos” que fácilmente se sumaron en la religiosidad popular. En realidad el criterio de “religión” engaña.
Quien habla de la religión “católica”, a menudo, se refiere a la Institución de la Iglesia, su organización, sus autoridades, sus creencias, sus ritos y sus valores tradicionales. Tan trivial es esta calificación que puede designar un club de futbol o una universidad. Por esto, cuando los católicos proclaman su fe de creer: “la Iglesia una, santa, católica y apostólica” no se refieren a una “religión” virtuosa sino a la “Iglesia” como Reino de Dios, proyecto de Jesús. Es también ficticio hablar de “religión evangélica” porque existe una multitud de agrupaciones evangélicas distintas, si hay que hablar de religiones, hablemos de religiones “cristianas” pues Cristo es la referencia. Es de esperar que el próximo censo de población del país encuentre una mejor manera de definir las distintas entidades “religiosas” o espirituales cómo por ejemplo según su afiliación a tal o cual iglesia o denominación.
Con todas sus ambigüedades, la encuesta de la Universidad Católica revela la ausencia de una visión de “Evangelización”. Se puede lamentar en las cifras el auge de la secularización, consolarse de la poca merma de devoción a la Virgen María, se señala unas nuevas creencias como el karma…pero no se ve en estas informaciones algunas orientaciones para guiar los pastores y los laic@s, a lo contrario, dejan mayor confusión.
Quizás esto ayude a convencerse a buscar un camino de evangelización distinto de las formas tradicionales conquistadoras, predicadoras, propagandistas, moralizadoras. Las preguntas hechas en la encuestas podrían haber indagado del nivel de conocimientos religiosos a las nuevas generaciones, podrían haberse evaluados los grados del individualismo de las religiosidades y de las nuevas espiritualidades, también revelado la política actual de relegar de las religiones fuera del ámbito social.
Años atrás, el Papa Francisco promovió los cristianos a una evangelización “en salida”. Después obispos y laic@s pidieron formación para salir, se sentían incapaces, ayer eran los religiosos encargados de la evangelización. Después la falta de iniciativas hizo pensar en la necesidad de un reforzamiento espiritual. Pero hasta ahora esta salida evangelizadora no se está produciendo y, a lo contrario, muchos se repliegan en un intimidad espiritual.
En otra encuesta, la secularización merecería ser mejor informada, no es un fenómeno que se creía exterior a la Iglesia pero se descubre en la vida de los cristianos. El ejemplo histórico ha sido la regulación de los nacimientos que las católicas desautorizaron, abandonando los criterios tradicionales y las predicas clericales. Desde entonces, es la mayor parte de los espacios del diario vivir que escapan a la práctica, la sacramentalización, la moral, la educación religiosa y hasta las creencias de los fieles. Si las instancias eclesiales quieren empezar a evangelizar deben empezar por hacerlo en su propia esfera. ¿Cuál cristiano no tiene mal o ningún entendimiento de lo predicado o proclamado “doctrina católica”? ¿ Quien no tiene rubro de su vida que maneja “sin Dios”?
Quien quiere evangelizar debe abrir un diálogo con otros hermanos cristianos sobre estas realidades de su vida que no tienen interpretación definida en su vida. Unos ejercicios de diálogo sobre estos espacios son imprescindibles para lograr testimonio de fe y salir a evangelizar. Un grupo decidido a dialogar, (1) escoge un hecho”pagano” de la vida. Iniciando la reunión y deberá (2) empezar por un silencio en él que cada uno tomará conciencia de su visión personal del hecho (si la tiene) para dejarla “en pausa”, sin utilizarla .(3) El grupo se dedica entonces a juntar cuantas informaciones se puede para dar amplitud y perspectivas al propósito de diálogo.
El diálogo es escuchar, hacer hablar, preguntar, contestar. Cuando se ha dado vuelta suficiente a la problemática investigada, se puede (4) pedir a cada uno dar su interpretación personal del hecho analizado. Es aquí, que, si se puede hacerlo, se alcanza, una referencia a Cristo y su evangelio (5) Se registra las expresiones, las sensibilidades, las dificultades encontradas… Al final, se elabora en grupo un resumen de lo que se logró y (6) se programa seguir profundizando la conversación o programando una próxima conversación. Si en una oportunidad no se encuentra interpretación cristiana para un hecho, se decide unas lecturas personales suplementarias del evangelio, se puede invitar otros a dialogar para compartir la fe al máximo.
Este método de dialogo evangelizador es simple. Debe llegar a ser una dinámica aplicada en cualquier relación interpersonal: con el hijo, la pareja, el vecino, el grupo parroquial, cualquier grupo que exista. La pastoral debería crear grupos de diálogo sobre cualquier problemática social, moral, religiosa o política…
Paul Buchet – Temuco