Cardenal Müller: Cuidado al elegir un nuevo Papa

Los miembros del Colegio Cardenalicio necesitan reflexionar profundamente sobre la naturaleza ‘anticristiana’ del mundo y la situación de la Iglesia al elegir un nuevo Papa, señaló recientemente el cardenal Gerhard Müller. Sin precisar cuándo podría tener lugar un Cónclave papal, aunque consciente de que un evento de este tipo es una parte normal de la vida de la Iglesia, Müller, de 77 años, ofreció consejos a sus hermanos cardenales que tendrán el deber de elegir al próximo Pontífice:
Los cardenales no deberían buscar un candidato que esté en la línea del Papa anterior, sino más bien un hombre que esté en la línea de San Pedro y de la tarea que Cristo le confió. En todo momento, todo pontificado debe volver al origen. El origen está presente en el oficio de San Pedro, y por lo tanto, un Papa se sentará en la Cátedra de Pedro, no en la Cátedra de Francisco o Benedicto. Ellos son sólo los predecesores cronológicos, pero todo Papa es un sucesor de San Pedro. Espero que en el Colegio Cardenalicio haya una reflexión más profunda sobre la condición y la situación de la fe y de la Iglesia en este mundo postcristiano o anticristiano, el mundo occidental.
Los cardenales deben ser conscientes de que no estamos mirando sólo a cuáles serán las reacciones de los medios de comunicación diciendo: ‘Necesitamos un Papa que sea comunicador en este mundo’, o criterios secundarios como; ahora necesitamos un africano o ahora debemos volver a un italiano, o todos estos criterios estúpidos. No tienen nada que ver con el papado. Tenemos que mirar la explicación que Jesús mismo dio del servicio y del oficio de San Pedro, en las palabras que le dijo a San Pedro: tú eres la roca y yo te doy las llaves del reino de los cielos y tú tienes que confirmar a tus hermanos en la fe y tú eres el pastor de la Iglesia universal.
Un Papa tiene toda esta autoridad dada por Jesús, incluyendo la infalibilidad en algunos casos especiales. Pero por otro lado, como ser humano, hay aspectos positivos y negativos y caracteres [de cada Papa], y por lo tanto es necesario –para los controles y contrapesos– consultar, en lo que respecta a decisiones importantes, especialmente en materia de doctrina, con el Colegio de cardenales y también con los obispos, la colegialidad de los obispos, para evitar una comprensión o práctica autocrática.
En la historia tenemos algunos ejemplos de papas que dañaron a la Iglesia por un ejercicio incorrecto del oficio petrino. Nosotros, como católicos, aceptamos absolutamente la doctrina revelada sobre el papado en nuestra fe como perteneciente a nuestra fe revelada; pero, por otra parte, no estamos obligados a justificar todo lo que sucedió durante los 2000 años de historia de la Iglesia.
Tenemos también la supresión de los jesuitas, el Papa lo sabe muy bien: esto se debió a la presión de los reyes de Francia y de España. Y por eso no tenemos que justificar todo lo que pasó y se dijo y se hizo en la historia, sino que tenemos que mirar al corazón de la doctrina sobre la autoridad de los concilios, los concilios ecuménicos, del Papa y de los obispos.
Hay una autoridad limitada en estricta relación con Jesucristo, quien es el único maestro, Sumo Sacerdote y mediador de la salvación creada y de la Iglesia.
Todo Papa es sucesor de San Pedro, no de su predecesor. No tiene que copiar a su predecesor: no puede convertirse en un Papa como Pío XII o a su imagen. Pero cada Papa es un sucesor de San Pedro. Su orientación y autoridad es la que Jesús le prometió y le dio a su manera, en su propia persona, para que la realizara –con la ayuda de la gracia de Dios y las oraciones de toda la Iglesia– de la mejor manera posible, para guiar la nave de San Pedro de la mejor manera posible.
Pero lo que dicen algunos es que ahora necesitamos que el próximo Papa sea como Benedicto, debe convertirse en un nuevo Benedicto y convertirse en una contradicción: y ahora con el Papa Francisco dicen que debemos tener un Francisco II para continuar su doctrina.
Pero no existe su doctrina: sólo hay una doctrina de Jesucristo en la Iglesia y los Papas no tienen autoridad para desarrollar sus propias doctrinas… pueden ofrecer sólo una interpretación o aplicación de la única Palabra de la revelación, dada una vez y para siempre y revelada para nosotros en Jesucristo en la situación actual.
En todo momento, todo pontificado debe remontarse al origen. El origen está presente en el oficio de San Pedro, y por lo tanto, un Papa se sentará en la cátedra de Pedro, no en la de Francisco o Benedicto. Ellos son sólo los predecesores cronológicos, pero todo Papa es un sucesor de San Pedro.
Debe fijarse en las palabras de Jesús que revelan el sentido interior del papado. Jesús habló a San Pedro y, después de la resurrección, reveló a Pedro como cabeza del colegio de obispos y de toda la iglesia venidera, de todos los miembros de la iglesia. En Pentecostés, Pedro, en nombre de todos los apóstoles y de Jesucristo, alzó la voz y dijo: ‘Jesús, a quien vosotros crucificasteis, se revela por Dios Padre como nuestro Salvador de todos, el verdadero Mesías, el verdadero Cristo‘. Ésta es la confesión de fe: tú eres Cristo, el Mesías, el hijo de Dios vivo.
Este es el corazón de la misión papal: recordar a todos los fieles en todo momento la existencia cristocéntrica de nuestra fe y de la Iglesia. Cristo es la cabeza, y de Jesucristo se deriva toda la verdad y la gracia, y el papa es sólo el principio y fundamento permanente y visible de la unidad de la Iglesia: unidad en la fe revelada, no una unidad como las dos alas de un partido político. Un buen administrador hace concesiones para que al final tengan unidad; pero la unidad en la gracia y la verdad de Dios es un reflejo y una representación de la unidad de Jesucristo, la cabeza de la Iglesia con el Padre. Como representación de la unidad trinitaria interna de las tres personas y por eso, en Lumen Gentium capítulo 4, se lee que la Iglesia está unida por la unidad del Dios Trino.
Ahora bien, la gente dice que el Papa es un Papa muy moderno, lo cual es bueno para la Iglesia de hoy, pero eso es moderno en el sentido mundano. Dicen que necesitamos un nuevo Papa que sea su sucesor y el papado no va a retroceder.
En un mundo que piensa en categorías, categorías ideológicas de modernistas y progresistas y tradicionalistas y conservadores y todo eso, estas son categorías políticas o ideológicas para dividir a la gente según estos sistemas ideológicos y no para unir a los creyentes hacia la verdad que se revela en Jesucristo.
Michael Haynes / Corresponsal en el Vaticano de Life Site News