Febrero 21, 2025

Necesitamos profetas de Esperanza

 Necesitamos profetas de Esperanza

Este mundo desgarrado por guerras y conflictos necesita profetas de esperanza, profetas de un tiempo de paz en el que la fraternidad sea más fuerte que la división’. Con este deseo, el Cardenal Domenico Battaglia, arzobispo de Nápoles, recibió en la Catedral de Nápoles a los líderes de 17 iglesias cristianas reunidos en la ciudad napolitana para la celebración ecuménica nacional.

‘Redescubrirnos cada día, compañeros de viaje, ayudándonos mutuamente a mirar lo que nos une, que es siempre mucho más, decididamente más, que lo que nos divide. Este descubrimiento de la unidad y de la comunión puede convertirse en una parábola para este mundo desgarrado por guerras y conflictos, que necesita profetas de esperanza, profetas de un tiempo de paz en el que la fraternidad sea más fuerte que la división’. Con este mensaje, el Cardenal  Domenico Battaglia , arzobispo de Nápoles, recibió en la Catedral de Nápoles a los líderes de 17 Iglesias cristianas reunidos este año en la ciudad napolitana para la celebración ecuménica nacional.

Se encontraron primero en la Iglesia Valdense, luego todos juntos se dirigieron hacia la Catedral. Una caminata y una vigilia fraterna con muchas voces, signo de un ecumenismo en movimiento y en color. Los oradores fueron Alessandra Trotta, moderadora de la Mesa Valdense, por la Sagrada Arquidiócesis Ortodoxa de Italia, S.E. Giorgio Di Krateia, por la Iglesia Copta de Milán, S.E. Anba Antonio, por la Iglesia de Inglaterra en Italia, la Revda. Madre Jules Cave Berquist y por la Unión Cristiana Evangélica Bautista de Italia, Marta D’Auria.

Al darles la bienvenida, Mons. Battaglia dijo: ‘Nápoles, con su tradición de hospitalidad y diálogo, de fraternidad y solidaridad, con su identidad de ciudad mediterránea, encrucijada de pueblos y culturas, es verdaderamente una tierra ecuménica donde la esperanza es el pan de cada día y tomarse de la mano es un gesto espontáneo que crea intimidad y simpatía inmediatas. Espero sinceramente que ésta sea la experiencia de nuestras Iglesias y que nuestras Iglesias puedan vivir hoy dando testimonio de un amor que supere toda división. Las diferencias pueden enriquecer pero cuando se esconden tras altos muros, acaban haciendo daño. Pero nuestra presencia aquí nos recuerda a cada uno de nosotros que no somos constructores de muros, sino de puentes‘.

Finalmente el Cardenal Battaglia señaló: ‘Estoy seguro de que el futuro de la evangelización depende también de nuestra capacidad de ser un solo corazón y una sola alma. Pidamos que esta tarde, junto con el Señor, nos ayude en este camino… El mundo no espera de nosotros teorías, sino acciones concretas. Los hombres y mujeres hambrientos de justicia, de paz y de dignidad no encontrarán respuesta en nuestros diálogos, sino en nuestra capacidad de acogerlos como hermanos y hermanas y de testimoniar la belleza del amor de Cristo’.

María Clara Biagioni – Nápoles

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