El calvario del pueblo creyente en +Gaza
Este año 2024, el Ramadán y la Semana Santa de calendario Gregoriano han coincidido en celebrarse el mismo mes, siendo el Ramadán un acontecimiento que toma más tiempo ya que abarca todo un mes, aunque la Semana Santa tiene una antesala que conocemos como la Cuaresma, que empezó desde el mes de febrero. Por lo tanto, en los países donde se profesan el islam y el cristianismo unido a Roma, coinciden en gran parte de su tiempo.
En el mundo árabe levantino, Irak y Egipto, los católicos Coptos, los Caldeos, los Maronitas, los Armenios, los Siriacos y los Greco-Católicos o Melquitas coinciden con los musulmanes en estos días, porque para los cristianos ortodoxos la Semana Santa este año, será en el mes de Mayo.
Las religiones más practicadas en Palestina y todo el mundo árabe levantino son el islam y el cristianismo, y hoy que están padeciendo una campaña descarada y atroz de exterminio por parte del gobierno sionista de “Israel” ante los ojos de los hipócritas y cómplices de este ente criminal y su ideología, no han tenido la paz para celebrar y cumplir con sus tradiciones y obligaciones. La destrucción y profanación contra lugares sagrados y los crímenes contra los clérigos no se detienen.
El pueblo palestino padece un calvario similar al que padeció Jesús según la narrativa bíblica. El mundo cristiano durante la Semana Santa se manifiesta con la celebración de la entrada de Jesús en Jerusalén, la pasión y la resurrección, pero aún no relacionan que Jerusalén está Palestina, y que la tierra que los cristianos occidentales llaman Santa, es Palestina y que son ellos los que la celebran. Es indignante que en iglesias cristianas en occidente y hasta los mismos clérigos instan a orar por el ente sionista israelí, y no por el pueblo palestino.
Pocos clérigos son los que han manifestado su solidaridad, porque la mayoría se han mantenido al margen, ignorando por completo lo que acontece en la región, la cual también es sagrada para el cristianismo. Igual dentro del islam debería haber una unidad de condena contra el sionismo por este genocidio y por la profanación de sus lugares sagrados, pero encontramos que desde algunas escuelas coránicas prefieren el silencio cómplice e incluso también reina el silencio en muchos líderes políticos abiertamente confesos musulmanes.
El Ramadán, entre sus obligaciones contiene el ayuno, algo que hoy en Gaza es imposible de intentar dentro de la práctica religiosa, ya que ante el asedio criminal y la barbarie de la campaña de destrucción sionista, prácticamente se obliga no al ayuno si no a la hambruna. La élite del mundo desarrollado ante este panorama tan indignante, sigue diciendo que “Israel” se defiende del terrorismo. La complicidad con este genocidio por parte de los líderes de Europa y Norteamérica es una obscenidad, y, sin duda, también tienen las manos manchadas de sangre, son tan criminales como ellos y como los sionistas que a lo largo y ancho del mundo financian al ente colonial en Palestina.
La resistencia contra el sionismo hoy más que nunca es un deber, porque no hay interés de la mayoría de los dirigentes mundiales en detener la barbarie del sionismo, ni interés en resolver esta gran injusticia, ni atreverse proponer una solución benéfica y digna, que además sea retroactiva para el pueblo palestino.
Han normalizado la inmoralidad política y los fraudes en la historia con el propósito de concederle al sionismo una tierra que han robado para así no condenar la limpieza étnica que vienen cometiendo desde 1948.
Ariel Barrara Haddad
Canal Satelital Pan-Arabe – Revista ‘Reflexión y Liberación‘