Derecha: ¡Avala Pensiones miserables!
Es necesario, urgente y justo que comencemos a construir un verdadero Sistema de Seguridad Social, como lo tienen nada más y nada menos que 95% de los países en el mundo.
El Sistema de AFP no cumple con los principios de diálogo social, equidad de género, igualdad de trato, solidaridad, participación social en la gestión, rol activo del Estado, eficiencia y competencia, suficiencia de las prestaciones, y tampoco ha logrado aumentar la cobertura, en relación con la situación observada hace más de 40 años.
Hoy, cabe preguntarse ¿por qué las pensiones de los chilenos dependen de lo que suceda en los mercados nacionales e internacionales y de la pertinencia de las inversiones que hagan las AFP?
¿Por qué sus (nuestras) cotizaciones previsionales están invertidas en Cencosud de Paulmann, holding cuyas empresas acumulan varias prácticas antisindicales? ¿O en empresas como La Polar o en las de Ponce Lerou (creador de las Cascadas) o en los Bancos chilenos, que después le prestan a los propios trabajadores a tasas que pueden sobrepasar el 40% anual? ¿Por qué se invierten nuestras futuras pensiones en la mayoría de los grupos económicos, cuyo legado es la conformación de una economía rentista y concentradora, que tiene a Chile ostentando el lamentable récord que indica que el 1% más rico concentra el 31% de los ingresos?
¿Por qué mientras las AFP registran utilidades históricas (desde 1981 a la fecha) de $3,5 billones (millones de millones) y el 90% de las pensiones de vejez, que pagan bajo la modalidad de retiro programado son menores a $145.000, solo someten el 1% de los fondos que administran (encaje) a los mismos criterios de inversión que utilizan para las cotizaciones de los trabajadores?
Entonces nos preguntamos ¿por qué, en la mayoría de los períodos que los fondos que administran las AFP han rentado negativo, el negocio de las AFP renta positivo?
En definitiva, es importante destacar que si Chile hubiese tenido un Sistema de Reparto (en donde las cotizaciones de los trabajadores se utilizan para pagar las pensiones de los pasivos) en vez de un Sistema de Capitalización Individual, entre 1990 y 2015 se podrían haber triplicado las pensiones: durante este periodo los ingresos totales por cotizaciones y aportes del Fisco fueron de $75 billones, mientras que los pagos en pensiones fueron solo de $25 billones.
En momentos en que Chile comienza a dar una discusión sobre su Sistema Previsional, urge que los fondos de los trabajadores dejen de estar sometidos a una Economía de Casino y ayuden a abultar el patrimonio de los grupos económicos. Es necesario que comencemos a construir un verdadero Sistema de Seguridad Social, como lo tienen nada más y nada menos que 95% de los países en el mundo.
Marco Kremerman / Economista – Fundación SOL