Para Conmemoración / Paul Buchet
Los acontecimientos del 11 de septiembre 1973 constituyen sin duda un hito en la historia nacional. El interés de celebrar este memorial obliga a un dialogo. El 18 de septiembre se celebra como un ‘consenso libertario’ de Independencia pero la conmemoración del Golpe de Estado, a lo contrario, se instaló en la historia como un desacuerdo persistente. Hasta hoy, esta fecha se mantiene como una herida abierta. No se sabe si, en el futuro, se podrá superar la confrontación pero de toda manera conviene mantener abierto un dialogo en el tema.
No es fácil frenar las ideas preconcebidas que tenemos cada uno. Estas líneas buscarán las posturas implicadas para ayudar a su comprensión y proponer una compresión cristiana que falta.
Las primeras voces para la conmemoración del 11/09/1973 fueron las de las víctimas del golpe militar y de su régimen. Ellas tienen un duelo inconcluso y muchas familias conservan secuelas de esos acontecimientos. Por esta conmemoración, estas agrupaciones desean actualizar los derechos humanos violados por el golpe militar y su régimen.
El mundo político entró en el propósito de esta conmemoración abriendo un nuevo espacio para acentuar sus diferencias. La multiplicidad y las divisiones de los partidos revelan la crisis general de las ideologías. En su segundo año, el gobierno tiene dificultades de sumar fuerzas para realizar su programa socializante, lo que aprovecha la Oposición para denunciar todas las falencias posibles de los gobernantes para recuperar su poder electoral.
La mayor parte de los ciudadanos participa mínimamente en política. Los mayores vivieron el receso político del régimen militar y, en la actualidad, encuentran difícilmente su ubicación en el abanico de partidos. La juventud, sin educación cívica, se manifiesta poco interesada en política. Existen otros actores que se quieren marginar de la vida pública porque intervienen (negativamente) en ella: los delincuentes, los terroristas, los narcos, los migrantes…
Las ideas y convicciones de cada uno o de cada grupo que se encuentran en los discursos políticos, en las conversaciones, las redes sociales y los Medios de comunicación social, nunca son ideas totalmente originales, tienen sus raíces en pensamientos anteriores. Las culturas evolucionan creando filiaciones de ideas. Las ideas mismas emergen, se contraponen, o se perfeccionan a partir de experiencias o de acontecimientos. Por eso importan los eventos del pasado que dejan sus ideas o sus conflictos de interpretaciones .Las ideas evolucionan por los acontecimientos creando toda una genealogía. A la historia humana se añaden los fenómenos naturales o sociales como los grandes terremotos, las hambrunas, futuro el calentamiento global, la industrialización en el pasado, la globalización, las nuevas tecnologías, el calentamiento global… De esta forma la conmemoración es un fenómeno que se inscribe en la historia del país. Sólo un dialogo profundo permite desvelar las argumentaciones, fundamentaciones y posicionamientos en presencia para guiar el país hacia un mejor futuro. El dialogo no puede entramparse en confrontaciones y discusiones superficiales e inútiles muchas veces.
Después de enmarcarse en la historia humana, podemos arriesgarnos, describir las distintas posturas frente a la conmemoración del Golpe.
Lo que pretende el gobierno actual es realizar importantes reformas de pensiones, tributación, pensiones, salud, vivienda, educación… Las convicciones para ellas remontan a mucho antes del Golpe de Estado. Son las situaciones de injusticias sociales que existían en los países subdesarrollados en el siglo pasado que reclamaron transformaciones políticas. La postergación de esta demanda produjo en los gobiernos de Frei y de Allende. El golpe de Estado detuvo este cambio radical. Posteriormente, Chile se dio una ‘apariencia’ de país desarrollado pero al costo de una larga represión y postergación de toda una población. Se volvieron a acentuar dramáticamente las desigualdades socio-económicas. Volvió poco a poco la disconformidad, unas grandes manifestaciones obligaron a un acuerdo político de Cambio constitucional. Asumió un presidente con un programa de reformas desde la educación hasta la Banca. Para entender este gobierno, se debe volver hasta las ideas libertarias, igualitarias y solidarias de la Independencia, se destaca las grandes figuras nacionales e internacionales de la lucha de clases y se espera una participación activa de los ciudadanos, una paridad para las mujeres…. La dignidad humana es transversal y universal. La verdad no es un valor abstracto sino lo que se verifica.
Para la Oposición, el espíritu liberal surgió a la salida de la época de la monarquía al final del Medievo. En las ciudades se constituyeron agrupaciones de artesanos y de comerciantes que supieron hacerse cargo de la administración pública y del financiamiento de la industria naciente por la Banca. Este nuevo ‘Poder’ se apoyó en la idea del ‘Progreso’ como un mandamiento divino. La sociedad necesita de una elite que por sus esfuerzos y capacidad pueda dirigir la sociedad y asegurar el Crecimiento económico y productivo. Se preconiza el libre emprendimiento, el libre mercado, la preservación del orden social y la libre participación en las financias internacionales. En su argumentación se destaca los logros de la economía capitalista en los países desarrollados y el auge de la cultura occidental. En cuanto a los problemas sociales, se confía en que la prosperidad recaiga sobre todos por meritos. Su adversario es el ‘Estatismo’ dominante del cual el comunismo es promotor. Se protagoniza un Estado de bajo perfil que se dedica a asistir las poblaciones en problemas, un gobierno que estimula la Inversión, mantiene el estado de Derechos y reprime la delincuencia. Sus valores principales son la libertad individual, la Vida, la Propiedad, la tolerancia.
Es así que el oficialismo juega la carta de una política de acuerdos para reformas importantes a favor de los sectores desfavorecidos y la oposición se aferra a una economía de inversiones productivas y comerciales además urge un especial dirigismo para refrenar las delincuencias el tráfico de droga. Los derechos humanos dividieron los políticos, unos prefieren referirse a los derechos individuales, otros lo hacen en la referencia a la universalidad e igualdad de los derechos en defensa especial de las víctimas. Cuando unos defienden la Vida contra el aborto y la familia contra la paternidad homosexual…(con refuerzos religiosos), otros se manifiestan más abiertos al feminismo, a los matrimonios igualitarios, a los sin casa, a los migrantes…
Estas diferencias de posturas políticas no deben hacer perder de vista que la mayoría de las nuevas generaciones están muy poco interesadas en la conmemoración de los 50 años del Golpe militar. No tiene formación cívica, no fueron politizadas. Se criaron en una cultura comercial en el juego de los Medios de comunicaciones sociales y de las redes sociales. No tienen más raíces ‘culturales’ que las disconformidades de las manifestaciones masivas del 2019. Su participación se reduce a su rechazo caprichoso en su primer voto obligatorio. Tienen dificultades para su educación y para abrirse camino en la vida. Enfrentan unos cambios culturales y sociales importantes sin valorar lo suficiente las herencias de sus antepasados. Son generaciones preponderantes para los resultados de elecciones.
Los delincuentes, los narcotraficantes, que lo quieran o no son ciudadanos, individuos y grupos que crean un clima de inseguridad en el país. Con ellos se abre el antivalor de la Violencia que no es suficientemente tomado en cuenta en política. Hay violencia en el bullying escolar, en las violencias familiares, en los asaltos en las calles, violencias también con las finanzas, en las guerras, existen las violencias reales y la ficción. El golpe mismo fue violencia…
Para llegar a la perspectiva cristiana que se quiere aportar para la conmemoración del 50º aniversario del Golpe militar, se debe considerar que la tarea no es fácil. El cristianismo en general piensa más en el cielo que en la tierra, en lo espiritual más que en lo natural. Las doctrinas sociales de la Iglesia católica se encerraron en una moral personalista y un idealismo del Bien común que no lograron impactar en las políticas. Su adhesión a los derechos humanos es nueva y las estructuras eclesiásticas no practican lo que predican.
Solo una re-lectura del evangelio nos permitirá de encontrar pistas para interpretar la conmemoración del golpe de Estado de manera cristiana. En el evangelio de Mateo (25,32ss), las últimas enseñanzas de Jesús concluyen con las respuestas de Jesús a la pregunta que se hacen los de cristianos de todos los tiempos: ¿Cuando y cómo llegará el Fin, la definitiva del Reino de Dios?. Se lo preguntaron a Jesús los mismos discípulos inquietos del desenlace de su actividad. Se lo preguntaban también los primeros cristianos para quienes el evangelista escribe; ellos viven un periodo de disturbios, de persecuciones y de corrupciones. Actualmente, nosotros también nos hacemos estos los mismos interrogantes acerca del destino de la humanidad, de nuestros destinos personales, acerca de la esperanza, del sentido de la vida, acerca del fin del mundo…
Jesús contestó en el estilo apocalíptico (teatral y simbólico) muy común de la época. Empieza diciendo que habrá fenómenos alarmantes anunciadores: ocurrirán todo tipo de desordenes, habrá una gran ‘tribulación’ con persecuciones, sufrimientos, fraudes, falsos profetas…’. Después explicita sus recomendaciones con algunas parábolas: la del buen administrador , la de las 10 jóvenes invitadas a la boda y la de los talentos. Son incitaciones a mantenerse preparados, vigilantes, responsables y proactivos en la espera. Pero nos interesa particularmente la última parábola que Mateo recuerda, la parábola llamada ‘del Juicio final’. Ésta es original porque Mateo está sólo en recordarla y es muy especial porque Jesús mismo se hace presente en su relato como Rey y Juez.
La parábola empieza con una imagen muy conocida en la cultura judía. Es la metáfora del personaje del ‘Hijo del hombre’ (el Salvador esperado) sentado en su trono rodeado de sus ángeles y, delante de Él, todas la naciones congregadas para ser juzgadas. Como pastor, Él separa las ovejas de las cabras. Y, de repente, se suspende la visión simbólica y entran de manera muy realista los hambrientos, lo sedientos, los desnudos, los migrantes, los enfermos y los presos… La bendición divina recae sobre los que atendieron estos sufridos; son elegidos por su solidaridad humana a pesar de no conocer al ‘Hijo de Hombre’ su amor fue tan prodigioso que alcanzo Dios mismo: ‘A Mí lo hicieron’ dice Jesús. La parábola termina con la terrible condenación de quienes no anticiparon el encuentro definitivo con Jesús por la asistencia de los sufridos de la vida: ‘A mí tampoco lo hicieron’.
Entramos en la interpretación de una parábola para reflexionar a la próxima Conmemoración porque ni las ideas, ni las doctrinas sirven para concebir los designios de Dios. El Espíritu de Dios mejor nos ayuda con estas palabras sencillas de Jesús.
Tenemos que empezar por una autocritica severa de la cristiandad, sus religiosidades formales y sectarias, sus espiritualidades individualistas y simplonas nos distraen de lo esencial. Frente a las disyuntivas políticas que se revelan con la idea de la próxima conmemoración, las iglesias cristianas se presentan como el sacerdote y el levita de la parábola del Buen samaritano, estos ‘religiosos’ pasaron de largo dejando de asistir el herido del camino.
Excepcionalmente algunos cristianos participan a ayudar las víctimas de la historia nacional. Sin embargo, si uno mira a nivel internacional, los jerarcas de las religiones cristianas no estuvieron a la altura para unirse y movilizar fuerzas para proclamar al mundo que no se puede servir a Dios y a la riqueza, que los pobres deben ser priorizados en política. .. Siguen cantidades de marginados en nuestro mundo de falso progreso (Lucas 12,13ss).
La parábola, por otra parte, celebra los ‘benditos de Dios’ los que sin conocer a Jesús, socorrieron los necesitados. Los cristianos deberíamos tener vergüenza cuando los no- creyentes nos ganan en convicciones para la solidaridad humana. Pensemos que funcionarios de los servicios de salud, de las organizaciones de asistencia social, los bomberos, los empleados fiscales, todos los que laboran en tareas humanitarias internacionales que a pesar de su laicidad o irreligiosidad serán , por su generosidad, los elegidos para el ‘juicio final’. Son las solidaridades humanas que anticipan o hacen progresar el Reino de Dios. Nuestro rezo “que tu Reino venga” debería hacernos valorar mucho mejor nuestras tareas de servicio de los demás.
Para concluir esta reflexión para una conmemoración cristiana del próximo 11 de septiembre, ver; Mateo (20, 20-28). ¿Quien quiere “sentarse a la derecha del ‘hijo del hombre , quien a la izquierda’? ¿Cual política tiene un autentico espíritu de servicio? La sola conmemoración valiosa será la que reunirá los no creyentes y creyentes en busca de un Chile más fraterno con los necesitados.
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