Diciembre 21, 2024

Oscuros intereses

 Oscuros intereses

Hace algún tiempo, me refería yo a la incertidumbre que, por desgracia, no ha variado significativamente.

Esto en carta titulada “Incertidurdiembre”, un juego de palabras que ponían la urdiembre, ese tejer, hilvanar o conformar un tejido, sí un tejido, ¿porqué no social?  positivo y esperanzador, que no aspira a la esperanza romántica y algo utópica, sino la esperanza ética, la que nos impulsa y nos obliga a jugárnosla por la alternativa mayoritariamente votada en diciembre último; y esto, por sobre la incertidumbre reinante, probablemente generada y hoy por hoy acrecentada por oscuros intereses.

Claro estaba que enfrentaríamos enormes dificultades, que la pasividad, la inercia arrastrada del pasado gobierno no se agotaría de un día para otro, por lo cual no debemos  apresurarnos en juzgar y “atrofiar” (palabra sumamente oscura) los primeros 14 días de los 1.460 que tendrá este gobierno para reconstruir poco a poco ese tejido invisible de la vida social, tan gravemente dañado mayormente por inescrutables y mezquinos intereses.

Pongamos la urdiembre constructiva, esa que busca unir, urdir la concordia y el consenso que a todos nos beneficie, por sobre la incertidumbre deliberadamente atizada y sospechosamente malintencionada.

La colaboración de “moros y cristianos” es un imperativo moral para salir de la crisis que aún nos afecta y seguirá perjudicando a todos si no hay voluntad, otro poco de generosidad y una buena porción de habilidad y capacidad para entender cabalmente eso que se llama “sentido común”: bien para el gobierno, bien para el país.

Aníbal Wilson P.

 

Editor