Reflexiones sobre la Aporofobia: El rechazo al pobre
Fernando Astudillo Becerra*-
La pobreza, los pobres han vuelto a la noticia, durante largos años fueron invisibilizados por un seudo-desarrollo y por la sociedad de consumo donde teóricamente todos/as tenían capacidad para consumir.
Se puede decir que una de los logros de la revuelta social de octubre de 2019 en Chile, fue que nuevamente los puso en la discusión presente. La reflexión que a continuación se desarrolla tiene como base el libro de Adela Cortina: “Aporofobia el rechazo al pobre: un desafío para la democracia” en este, la filosofa pretende hacer una reflexión de cómo el rechazo al pobre, que es en definitiva el/la marginado/a, perseguido/a, carenciado/a es parte de un modelo político, económico, social y cultural que se centra en la marginalidad del otro/a, como algo querido y deseable para el sostén de una sociedad que ha puesto su centro en el individualismo y la competencia. Cuestión que refleja la triste realidad en la que vivimos.
Siguiendo a Cortina, ella hace una llamada de atención que explicita que este rechazo al pobre es un “desafío para la democracia”, nosotros agregaremos la idea que es una deuda pendiente de la humanidad y de sus sistemas de organización social, política y cultural, cualquiera que estos sean, ya que se conocen los caminos de solución y que transitar éstos, necesariamente supone hacer prevalecer primero en las conciencias y luego en el poder del Estado los viejos paradigmas ( con las necesarias adecuaciones que nos entrega la historia y el momento actual) del comunitarismo, la solidaridad y la justicia social.
Cremos que lo que Adela Cortina hace en el libro es poner nombre a una realidad, la aporofobia, que se define como: “Dícese del odio, repugnancia u hostilidad ante el pobre, el sin recursos, el desamparado. (Del gr. á-po- ros, pobre, y fobéo, espantarse)”[1]
Con ello, busca generar reflexiones ante problemas supuestamente ocultos y propone respuestas, critica y desmorona discursos autocomplacientes y aparentemente aceptables por la sociedad sobre los pobres, la pobreza y la marginalidad.
La profesora Cortina propone, cuestión que compartimos, que: el rechazo al otro es un rechazo al pobre.
Así los rechazos al otro, al extranjero (pero ciertos y de terminados extranjeros, al que no es europeo, al que es de raza negra, a quien posee rasgos y cultura indígena), al de otra raza, al de otra orientación sexual, al de otra religión, al indígena; tiene una característica común que junto con definir el rechazo lo califica, pues es siempre un rechazo al pobre, al sin recursos, al que no es autónomo, al que no puede salir de la exclusión. Ése es el pobre, también son ignorados y excluidos los refugiados demandantes de asilo, los inmigrantes económicos empobrecidos, los marginados sociales, los irrelevantes para el consumo, como muchos ancianos o niños sin capacidad adquisitiva, los marginalizados sexuales, las víctimas de violencias de familia o de género.
Entonces, pareciera que los extranjeros (dominicanos, haitianos, colombianos, venezolanos) molestan no por serlo (ya que parecen no molestar si son del país sin nombre (EEUU), franceses, canadienses, alemanes), sino por ser pobres. El modelo postula que de ellos es la culpa de ser pobres, pues cuestionan nuestro supuesto buen pasar y nos cuestionan con su extrema pobreza, nos protegemos de ella y de la inseguridad que genera, rechazándolos e invisibilizándolos: “es el pobre el que molesta” (p. 14)[2].
Siempre quedan fuera de la sociedad. Hay que excluirles, al menos, de los cálculos racionales con los que este (des)orden social, ha de funcionar. Hay que invisibilizarlos, molestan y sólo tiene utilidad como mano de obra barata.
El rechazo al pobre es la clave de un modelo de sociedad, la sociedad capitalista-neoliberal, ya que esta se funda en la acumulación, el individualismo, la competencia y una realidad muy presente en nuestro debate social, cultural y político, es que el sistema declara una supuesta igualdad y promueve eficiente la marginación para sostenerse. Desconociendo así que las personas tienen dignidad, tienen un valor intrínseco en sí misma y no precio.
Todo lo anterior tiene su expresión en el pensamiento capitalista y la teología calvinista que aporta la justificación moral y religiosa para la marginación y la desigualdad[3].
Para concluir esta breve reflexión, parece necesario reivindicar, como una forma de superar la aporofobia:
La importancia de la educación, pero no cualquier forma de educación, sino que aquella que incopora conceptos valóricos desde una nueva perspectiva de derechos humanos, y recogiendo modelos pegagógicos que sean diálógicos y críticos, en la línea de lo postulado por Paulo Freire[4].
Lo relevante que resulta la democracia participativa como una forma efectiva de expresión del poder del pueblo y de efectiva integración de todos en una organización de la sociedad sin exclusiones. y, por último,
El avanzar en una cultura de los derechos humanos, desde una mirada no solo del individuo sino que de las comunidades, los pueblos y la naturaleza, manteniendo el respeto a las personas y sus diferencias, de modo que se construya una sociedad donde la educación se vincule a la moral; lo jurídico a la justicia; lo cultural a los derechos humanos y la democracia al ejercicio efectivo de la soberanía por su titular: el pueblo.
Valparaíso , agosto de 2021.
Bibliografía:
Cortina, Adela. Aporofobia, el rechazo al pobre. Un desafio para la democracia. Editorial Paidós. Estado y Sociedad. 2017. España.
Espoz, Renato. De cómo el hombre limitó la razón y perdió la libertad. Editorial Universitaria. 2003. Santiago.
Freire, Paulo. Pedagogía del Oprimido . Editorial Siglo XXI 1975. España
Margenat, José. Cortina, Adela, Aporofobia, el rechazo al pobre. Un desafío para la democracia. Revista de Fomento Social 72/2 (2017), Universidad Loyola. España. págs. 329–359.
Rojas, David. Adela Cortina. Aporofobia, el rechazo al pobre. Revista de Filosofía Volumen 74 (2018) Santiago. págs. 319-330.
Steve, Alfredo. A. Cortina. Aporofobia, el rechazo del pobre. SCIO. Revista de Filosofía, Nº14, Julio de 2018. Universidad Católica de Valencia. España. págs. 279-285.
Weber, Max. Ética Protestante y el Espíritu del Capitalismo. Editorial Akal 2013. España.
*Es hijo de Alberto y Mercedes un sastre y una modista de Valparaíso. Doctor en Derecho; Magister en Derecho con mención en Derecho Público; Magister (c) en Filosofía con mención en pensamiento contemporáneo. Universidad de Valparaíso.
[1] Cortina, Adela. Aporofobia, el rechazo al pobre. Un desafio para la democracia. Editorial Paidós. Estado y Sociedad. 2017. España. Pág 24.
[2] Idem. Pág 14.
[3] Weber, Max. Ética Protestante y el Espíritu del Capitalismo. Editorial Akal 2013. España.
[4] Freire, Paulo. Pedagogía del Oprimido. Editorial Siglo XXI 1975. España