Revelan complot del Gobierno de Nixon para derrocar a Allende
Impacto ha causado la revelación de documentos oficiales del Archivo de Seguridad Nacional de Estados Unidos que demuestran evidencias del plan de Richard Nixon para derrocar al gobierno constitucional de Salvador Allende. Los archivos recogen las conversaciones de Nixon y funcionarios, para evaluar qué rol debía cumplir el Gobierno USA ante la victoria del doctor Allende en las elecciones del 4 de septiembre de 1970.
En uno de los memorandos, fechado el 5 de noviembre de 1970, se lee que el entonces consejero de Seguridad Nacional, Henry Kissinger, alertaba a Nixon sobre la “decisión más histórica y difícil en asuntos exteriores” que debería tomar la Casa Blanca, teniendo en cuenta los efectos adversos que podía tener la Presidencia de Allende, tanto en la relación entre Chile y USA, como su posible influencia emancipadora en el hemisferio.
Los documentos que eran secretos desde hace 50 años y fueron desclasificados hoy, revelan la intensa actividad en la Administración Nixon entre el 5 y el 9 de noviembre para evaluar las consecuencias de la victoria del presidente Allende y las posibles respuestas múltiples de Estados Unidos.
En un memorándum que Kissinger remitió a la Casa Blanca para que fuese evaluado por Nixon, el entonces asesor de seguridad nacional del presidente realiza un detallado análisis de la situación en el que encuadra la presidencia de Allende como “uno de los desafíos más graves nunca encarados en este continente”.
El asesor de Nixon añadió que “su decisión sobre qué hacer puede ser la decisión más histórica y difícil en asuntos exteriores que tendrá que tomar este año, porque lo que pase en Chile en los próximos seis a doce meses tendrá ramificaciones que irán más allá de las relaciones entre USA y Chile”.
“La consolidación de Allende en el poder en Chile, por lo tanto, supondría varias amenazas muy graves a nuestros intereses y posiciones en el continente“, advierte en el memorándum Kissinger. Tras evaluar los problemas que supone Allende y las debilidades de su régimen, Kissinger plantea las distintas alternativas que Washington tiene y los riesgos de cada opción: desde no hacer nada y permitir que Allende se consolide hasta “hacer algo para prevenir que se consolide ahora que sabemos que es más débil de lo que nunca será”.
Mientras el Departamento de Estado prefería no adoptar una actitud hostil contra Allende, desde el Departamento de Defensa, la CIA y algunos elementos del Departamento de Estado defendieron que el presidente chileno era ““nuestro enemigo” y que “deberíamos intentar prevenir que se consolide ahora que es más débil”.
Kissinger se decanta por la actuación contra Allende al afirmar que “a mi juicio, los peligros de no hacer nada son mayores que los riesgos a los que nos enfrentamos al intentar hacer algo” y recomienda a Nixon que tome la decisión de oponerse “con contundencia a Allende tanto como podamos y hacer todo lo que podamos para evitar que consolide su poder”.
Además Kissinger, quien sería también Secretario de Estado de USA, recomienda a Nixon que adopte esta postura durante la reunión del Consejo Nacional de Seguridad (CNS) que se celebrará al día siguiente para “dejar bien claro” que el presidente quiere que “Allende sea combatido tan fuerte como podamos”.
Chile, bajo la brutal presión USA, caería en poco tiempo en un ahogamiento económico, con bancos multilaterales bloqueados, sin acceso al crédito internacional y con la prensa en contra. Los problemas financieros, además de la caída de la actividad, forjaron el ambiente que propició el golpe. Tres años después de aquellas conversaciones en Washington, bajo el mando del entonces comandante en jefe del Ejército de Chile, Augusto Pinochet, las Fuerzas Armadas pondrían fin, de manera extremadamente violenta, al Gobierno de la Unidad Popular.
Agencias Noticias – Consejo Editorial de “Reflexión y Liberación”.
Nixon y Kissinger conspirando en Washington en contra del Presidente Allende – 1973