Diciembre 22, 2024

La Orden de Malta elige nuevo Canciller en Roma

 La Orden de Malta elige nuevo Canciller en Roma

La Soberana Orden de Malta -Orden Religiosa de la Iglesia Católica desde el año 1.113- ha convocado este fin de semana a su Consejo de Estado en el Palacio Magistral en Roma.

El órgano Constitucional -Consejo de Estado- a través del que se elige al nuevo Gran Maestro, tras el fallecimiento en abril del italiano Giacomo Dalla Torre del Tempio di Sanguinetto, elegido en mayo de 2018 tras la crisis de la institución que forzó la dimisión del anterior responsable y provocó la intervención del Papa Franciaco.

Para este proceso de renovación, el Santo Padre designó como Delegado pontificio en esta institución religiosa nacida en Jerusalén en el siglo XI, en plenas cruzadas, cuando los musulmanes dominaban el territorio, a Monseñor Silvano Tomasi, ex nuncio experto en cooperación internacional, al que creará cardenal el próximo 28 de noviembre. Tomasi, que por tener más de 80 años no podrá votar en un eventual Cónclave, sustituirá en el cargo al cardenal italiano Angelo Becciu que fue obligado a dimitir y está siendo investigado por la Fiscalía del Vaticano por malversación de fondos.

La misión de Monseñor Tomasi será la de acompañar a los Caballeros de Malta tras el período de crisis que culminó en 2016 con la renuncia del Gran Maestro, Matthew Festing. Festing presentó su dimisión in extremis después de una petición expresa del Papa Francisco tras varios capítulos de desencuentros entre la Santa Sede y la Soberana Orden Religiosa. La principal disputa tuvo su origen, según informaron algunos medios católicos y agencias de noticias, por la distribución de preservativos en un dispensario de la Orden en Birmania, destinados a las poblaciones de riesgo como prostitutas.

El Papa había nombrado una Comisión de investigación de cinco miembros para aclarar las circunstancias de la destitución, pero la Orden de Malta, que cuenta con unos 13.500 miembros permanentes, 82.000 voluntarios y 30.000 dependientes repartidos por todo el mundo, muchos de ellos relacionados con la antigua nobleza europea, se opuso categóricamente a dicha investigación. Entre los argumentos usados aludió a su propia milenaria autonomía, esgrimiendo que se trataba de un asunto esencialmente interno.

El Gran Maestre llegó incluso a poner en cuestión la elección de los investigadores, en un desafío sin precedentes a la autoridad del pontífice que obligó al Vaticano a reaccionar. De hecho, los Caballeros de Malta juran lealtad al Papa, y la oposición a ser investigados por la Santa Sede fue considerado en ese momento como una injerencia.

Roma  –  Madrid

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