Cardenal Pell en Roma en medio del escándalo del Vaticano
EL cardenal George Pell, el ex zar de finanzas del Vaticano que se fue en 2017 para enfrentar cargos de abuso sexual infantil en su Australia natal, regresó a Roma el 30 de septiembre después de su absolución y encontró a un Vaticano sumido en un escándalo de corrupción.
Pell, de 79 años, llegó al aeropuerto Leonardo da Vinci de Roma en un vuelo desde Sydney con una máscara quirúrgica azul. Saludó brevemente a los periodistas antes de subirse a un automóvil que lo esperaba sin hacer ningún comentario.
El viaje es su primer regreso a Roma después de que se ausentara como zar de finanzas del Papa Francisco en 2017 para enfrentar cargos históricos de abuso sexual derivados de su época como arzobispo de Melbourne. Pell, quien mantuvo su inocencia en todo momento, dijo después de ser absuelto por el tribunal superior de Australia que quería limpiar su apartamento en el Vaticano, pero tenía la intención de hacer de Sydney su hogar.
Pell llegó el mismo día en que los evaluadores europeos contra el blanqueo de capitales comenzaron una visita periódica al Vaticano. Ellos también encontraron un escándalo financiero creciente en la pequeña ciudad-estado que ya le ha costado el trabajo a media docena de personas, incluido uno de los cardenales más poderosos de la Santa Sede, el cardenal Angelo Becciu.
Pell y Becciu se habían enfrentado durante mucho tiempo por los esfuerzos del australiano por brindar mayor transparencia y responsabilidad a los balances del Vaticano.
El equipo Moneyval del Consejo de Europa comprobará el cumplimiento por parte del Vaticano de las normas internacionales para combatir el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo.
El Vaticano se sometió al proceso de evaluación de Moneyval después de firmar la Convención Monetaria de la UE de 2009 y en un intento por deshacerse de su imagen como un paraíso fiscal extraterritorial financieramente turbio cuyo banco ha estado envuelto en escándalos durante mucho tiempo.
Moneyval en general le ha dado a la Santa Sede críticas positivas o mixtas en sus evaluaciones periódicas. Su principal crítica en los últimos años ha sido dirigida contra el tribunal penal del Vaticano, al que culpó por no procesar muchos casos a pesar de recibir docenas de informes de transacciones sospechosas del regulador financiero del Vaticano.
Los fiscales del Vaticano abrieron el año pasado una investigación por corrupción sobre la inversión de la Santa Sede en una empresa inmobiliaria en Londres, pero hasta la fecha nadie ha sido acusado.
La Secretaría de Estado del Vaticano ha invertido más de 350 millones de euros (casi 400 millones de dólares) en la empresa de Londres, gran parte de ella donaciones de los fieles. Se pagaron decenas de millones de dólares en honorarios a empresarios italianos que actuaron como intermediarios en el negocio inmobiliario.
La semana pasada, el Papa Francisco despidió a Becciu, el cardenal que ayudó a orquestar el acuerdo original. Becciu fue el “sustituto” o el número 2 en la Secretaría de Estado del Vaticano de 2011 a 2018, cuando Francisco lo nombró cardenal y lo nombró prefecto de la oficina de santificación del Vaticano.
Becciu dice que Francisco citó un problema no relacionado al despedirlo: acusaciones de que usó 100,000 euros ($ 117,000) en dinero de la Santa Sede para hacer una donación a una organización benéfica controlada por su hermano.
Becciu y su familia han negado haber actuado mal.
El estilo brusco de Pell y el agresivo esfuerzo de limpieza irritaron a muchos dentro de la vieja guardia del Vaticano, especialmente a Becciu. El australiano felicitó a Francis tras el despido de Becciu.
“Espero que la limpieza de los establos continúe tanto en el Vaticano como en Victoria“, dijo Pell en un comunicado la semana pasada, refiriéndose a su estado natal de Victoria, donde inicialmente fue condenado y cumplió condena en prisión antes de que el Tribunal Superior de Australia lo absolviera.
Nicole Winfield – ROMA
Agencias Noticiosas AP – NCR – R. y L.
