P. Rutilio Grande a los Altares
Rutilio Grande García, sacerdote jesuita, fue asesinado el 12 de marzo de 1977 (tres años antes que Romero) mientras se dirigía a su pueblo para celebrar Misa. Junto con él murieron un anciano -Manuel- y un adolescente -Nelson-, acribillados por un “escuadrón de la muerte” que les tendieron una emboscada ocultándose a ambos lados de la carretera que conducía a la casa parroquial de Aguilares, ubicada en el pueblo natal del P. Rutilio, llamado El Paisnal.
Recientemente, fuentes confiables cercanas a la Curia General Jesuita en Roma, sostienen que pronto será dada a conocer la fecha definitiva de la Beatificación del P. Rutilio Grande García. Ya el año pasado en un encuentro en el Arzobispado de San Salvador, el vicepostulador de la Causa de Beatificación, P. Edwin Henríquez, declaró que ya “no existen mayores trabas ni inconvenientes para el Proceso de Rutilio en Roma”. En este mismo sentido se ha pronunciado en diferentes ocasiones el propio Arzobispo de San Salvador, don José Luis Escobar.
“Una mesa para todos”, soñaba Rutilio, llamado por sus Hermanos de la Palabra como “Padre Tilo”
Un ejemplo tomado de Rutilio. “¡Les felicito, hermanos! Nos han dado una gran lección. Nos cuentan que en vez de ponerse a pelear con el hermano Pedro si la Virgen tuvo o no muchos hijos, si se puede comer gallina estrangulada o no, ustedes le ofrecieron su ayuda cuando le desalojaron. En su pobreza le han levantado el rancho y le ayudaron a trasladar sus tiliches“… Esta es la fecundidad del Evangelio. No es el evangelio como “doctrina” ni como ley, sino el evangelio como buena noticia, como gracia, como invitación a ser hermanos. (Carta a las Iglesias / UCA José Simeón Cañas – 1977).
Hoy, recordamos las proféticas palabras de Rutilio pronunciadas el día 13 de febrero de 1977 en Apopa, un mes antes de su Martirio: … “Un Dios que preguntara: Caín, qué has hecho de tu hermano Abel? Algunos prefieren el Dios de las nubes. No quieren a ese Jesús de Nazaret. . . En el cristianismo hay que estar dispuesto a dar la vida en servicio por un orden justo, por salvar a los demás, por los valores del Evangelio…“.
Jaime Escobar M.
Editor de Revista “Reflexión y Liberación”.