¿Eucaristía o celibato?
Estos días, en vísperas del Sínodo de la Amazonía, se habla y se sospecha que el Papa Francisco pueda tomar una decisión inesperada, decisiva, sorprendente. Ante el hecho de tantos cristianos, que se tienen que quedar sin Eucaristía cada semana, por falta de presbíteros, hay quienes sospechan, esperan o temen que el Papa pueda cortar por lo sano y, en consecuencia, pueda decidir que se ordene como presbíteros a hombres casados o a mujeres o vaya Vd a saber.
Esta posible decisión, a unos les da miedo, mientras que a otros les entusiasma. Unos se aferran a la tradición secular de la Iglesia en lo relativo al celibato sacerdotal. Otros recuerdan la vieja tradición de los “viri probati”. En unos hay malestar. En otros, esperanza…. Total, un lío y un lío importante.
Dado que, en la Iglesia hemos llegado a esta situación, yo me pegunto: Pero ¿es que estamos locos? ¿hemos perdido el sentido de lo más elemental? ¿de veras, andamos así de extraviados en la Iglesia?
Me planteo estas preguntas por una razón muy elemental: ¿qué instituyó Jesús? ¿la Eucaristía? ¿o el celibato de los curas? Entonces, ¿qué es más importante? ¿ser fieles a Jesús? ¿o ser fieles a lo que se inventó en el concilio de Elvira, por un pequeño grupo de obispos que se reunieron (según parece) en el actual barrio del Zenete, en Granada?
Es duro lo que voy a decir. Pero no puedo callarme. Andamos tan desnortados, que vemos como algo lógico que se dude si darle la razón al Evangelio a dársela a los chamanes del Norte de Asia, que según parece (E. R. Dodds), dieron pie para que los estoicos del s. V (a. C.) pusieran en marcha el “puritanismo” de la cultura occidental.
José María Castillo
Teología sin censura