Debemos dejarnos guiar siempre por el Espíritu Santo
El Padre General recordó que, desde hace varios años, se han dado pasos importantes para revitalizar el carácter universal de la Compañía de Jesús.
Este fue el núcleo de la homilía del Padre General ante los numerosos jesuitas que se reunieron en la Curia general el sábado 25 de mayo. Por invitación del Delegado del Padre General para las casas e instituciones romanas, P. Juan Antonio Guerrero, los jesuitas de la Universidad Gregoriana, del Instituto Bíblico, del Orientale y del Russicum, de los Colegios del Gesù y del Bellarmino, del Observatorio del Vaticano y de la Residencia Canisio, así como del Centro Aletti y de la Civiltà Cattolica, se han reunido con los miembros de la Curia general. Todas estas instituciones forman parte del DIR: Domus interprovinciales romanae. El programa fue muy sencillo: la Eucaristía seguida de un tiempo de convivencia fraterna en el jardín.
Fue sobre todo la lectura del texto de los Hechos de los Apóstoles propuesto por la liturgia del día la que inspiró al Padre Sosa. Pablo y Bernabé se abrieron a la inspiración del Espíritu Santo que les ayudaba a discernir cómo orientar su misión, cómo llegar a las personas adaptándose a las situaciones culturales y religiosas de cada uno, cómo elegir a quién dirigirse y en qué lugares hacerlo. Del mismo modo los jesuitas deben estar atentos a los signos del Espíritu para poder responder a las llamadas de Jesús, de quien desean ser compañeros. Es necesario seguir dando pasos en el camino de la conversión, del cambio, de la adaptación a las necesidades del nuevo mundo en el que nos encontramos.
El Padre General recordó que, desde hace varios años, se han dado pasos importantes para revitalizar el carácter universal de la Compañía de Jesús. La diversidad de los miembros que componen las comunidades que sirven a las instituciones de la Compañía en Roma, muy diferentes entre sí pero todos llamados a formar parte del “grupo de Jesús”, da testimonio de esta dimensión universal. Jesuitas de todo el mundo contribuyeron a la preparación de la 36ª Congregación General y luego al proceso de discernimiento que condujo a la identificación de las Preferencias apostólicas universales que en estos momentos centran la atención y las energías de la Compañía en todo el mundo.
La Curia General Jesuita en Roma