Una Iglesia Cristocéntrica
“Dios habla desde el Sur…”
En esta semana santa de reflexión y de recogimiento espiritual, como hijos de Dios y peregrinos de Jesús, debemos Orar y pedir con mucho fervor que ocurra un milagro, que la Curia vuelva la mirada al Maestro, que Cristo vuelva a ser el ejemplo a seguir por toda la humanidad, que la iglesia católica se transforme en un ente de servicio al prójimo.
Quiero hablar de un Amor infinito que se vuelve niño, frágil, amor de hombre humillado, quiero hablar de un amor apasionado. (C. Fones SJ)
Que se aplicara lo que está escrito y aceptado en el Concilio Vaticano segundo, una Iglesia circular, donde todos seamos iguales en lo terreno y en lo divino, en nuestra práctica religiosa, donde trabajemos y nos formemos al estilo del maestro, el que renunció a sí mismo por nuestra salvación.
Es hora de quienes se tomaron el poder eclesial se bajen del pedestal y vivan en medio del pueblo, se llenen de testimonios para que puedan, partirlos repartirlos y compartirlos, esa debe ser la manera de evangelizar de conquistar los corazones de quienes sufren y llenarlos de Amor, al estilo de Jesús, que en uno de sus mensajes nos dice “Quien no se hace como niño, no entrara en los Reinos de los Cielos”.
Amor que abre sus brazos de acogida, quiero hablar del camino hacia la vida, corazón paciente amor ardiente, quiero hablar de aquel que vence a la muerte. (C. Fones SJ)
Con su acogida protectora nos demuestra el amor infinito que nos tiene, con su integra lealtad hacia El Padre nos enseña que uno debe dar su vida por los que más quiere, que ser leal entre hermanos es vital en la vida terrenal para auto protegerse, El maestro nos redimió porque nos ama, debemos celebrar con regocijo y alegría, que Cristo nos valora y aprecia,(lo que no hace la curia actual).
Que la Jerarquía de la Iglesia, de una vez por todas, deje de crucificar a Jesús, que lo baje de la cruz, que no sigan evangelizando e imponiendo su forma culposa y esclavizante de cómo vivir nuestra Fe, nosotros los feligreses, los laicos, los católicos, debemos vernos felices, agradecidos y contentos (hoy imposible) de que nuestra visión cristiana sea de un Jesús viviente en medio nuestro, que el recuerdo de su muerte no sea más importante y trascendente que el haber resucitado y vencido a la muerte.
Quiero hablar de un Amor diferente, misterioso inclaudicable, amor que vence en la Cruz, quiero hablar del corazón de Jesús.- (C. fones SJ)
Como decía Juan Pablo Segundo “no dejen de mirarlo a Él”, debemos pedir con mucha humildad, el poder ver a través de sus ojos, de sentir a través de su corazón, de poder escuchar a través de sus oídos, de poder caminar a través de sus pasos y así empaparnos de su ser para poder entender su forma de amarnos, su entrega generosa, su pedagogía, su humildad, su capacidad de entendimiento, busquemos y pidamos, en el buscar esta la disposición de poner los medios, (ósea que queremos que así ocurra ) y en el pedir, es esperar la gracia del Señor, que siempre llega por añadidura y en total gratuidad.
Señor te pedimos nos otorgues la gracia de tener guías humanos comprometidos con el Reino de Dios, insertos y consientes que son personas e hijos de Dios como todos, que no se crean semi dioses, ni superiores, ni autosuficientes, anhelamos una Iglesia humilde, acogedora, sencilla, sabiéndose pecadora y que asuma su imperfección en aras de la misericordia.
“Honor y Gloria al Rey de Reyes, por los siglos de los siglos, Amen”
Mario Vargas Vidal Danilo Andrade Barrientos
Laico Parroquiano Laico Ignaciano
Osorno – Chile