Mons. Bertomeu en Cantabria junto a P. Arana
En estas últimas horas, algunos periódicos de Chile y España parecen seguir cuidadosamente las vacaciones de Mons. Jordi Bertomeu, conocido Oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe y miembro de la “misión especial” que Papa Francisco envió dos veces a Chile; misión encabezada por el arzobispo de La Valetta, Mons. Charles Scicluna. Un periódico chileno dice que Mons. Bertomeu, desde el miércoles 11 recién pasado, y durante 30 días, estará dedicado enteramente a sus ejercicios espirituales de verano, al modelo y la costumbre de San Ignacio de Loyola.
Las empresas de periódicos entonces en una especie de anticipación del conjunto de hechos, también infundadados, como posible “pero no es probable”; dicen en Chile que Mons. Bertome, con este retiro, se está preparando para la convocatoria que el Vaticano habría pensado y decidido por su nombre como nuevo Arzobispo de Santiago, en lugar del cardenal Ricardo Ezzati, de origen italiano (Campiglia dei Berici, Vicenza. Como se sabe, el cardenal de Santiago es también el foco de muchas protestas y controversias por su papel en la crisis la Iglesia en Chile.
En España, la noticia fue confirmada mediante la edición de otros importantes detalles: Mons. Bertomeu, en estos ejercicios (que llevó a cabo en el pueblo marinero de Pedreña, Comunidad Autónoma de Cantabria), es parte de un gran grupo de personas, hombres y mujeres, clérigos y laicos, probablemente algunos obispos, todos ellos son inspirados por el predicador Jesuita, el P. Germán Arana, sacerdote del que se ha comentado y escrito mucho en los últimos meses sobre la historia del obispo emérito chileno de Osorno, Mons. JuanBarros.
Se ha dicho que Mons. Barros, fue nombrado Obispo de Osorno en 2015, y que su nombre lo sugirió al Papa el padre Arana, y que años atrás había participado en un largo retiro espiritual, junto a un grupo en el que estaba Barros, esta circunstancia fue la que facilitó entre ellos una sólida amistad.
Por otra parte el padre de Arana estaba presente en Chile, cuando Mons. Barros tomó posesión de la Diócesis, aunque con muchas disputas y bajo protección policial. Durante ese período el Padre Arana estuvo viviendo en la ciudad de Osorno. Algunos de sus comportamientos y algunas palabras de él, han sido severamente criticadas y denunciadas por un grupo de sacerdotes de la Diócesis al Provincial de su Orden religiosa. En Chile, el padre Arana, ciertamente no goza de simpatía, al contrario y, además, la prensa chilena fue muy crítica con su trabajo.
Luis Badilla – Francesco Gagliano / Ciudad del Vaticano
Il Sismografo – Reflexión y Liberación