Ratzinger y la polémica por su carta a Francisco
Las polémicas sobre las palabras con las que Ratzinger explicó por qué no habría escrito una reseña teológica sobre los volúmenes dedicados a Francisco. La foto retocada de la carta, al final de este artículo.
La carta con la que Benedicto XVI defendió a Francisco del «prejuicio insensato» de quienes lo consideran carente de formación teológica, y en la que se defendió a sí mismo del también «insensato prejuicio» de quienes siempre han considerado a Ratzinger solamente un «teórico de la teología», se ha convertido en el protagonista de un doble “misterio”. El primero se relaciona con la frase final de la carta misma, omitida en el comunicado de la Secretaría para la Comunicación, y de la que se deduce que el Papa emérito en realidad no habría podido leer los 11 volumencitos dedicados a la teología del sucesor antes de la presentación de los mismos, por lo que no habría escrito la breve página teológica que seguramente le habían pedido. El segundo “misterio” tiene que ver con la foto retocada de la carta difundida por el Vaticano, en la que las últimas dos líneas (las que introducen el pasaje omitido en el comunicado) se ven fuera de foco (y por lo tanto son incomprensibles).
Con respecto al primer “misterio”, hay que recordar que el Prefecto de la Secretaría para la Comunicación, monseñor Dario Edoardo Viganò, al comenzar el encuentro-conferencia de prensa que se llevó a cabo el pasado lunes 12 de marzo, leyó el texto completo, incluyendo el párrafo omitido, por lo que todos los periodistas presentes entraron en su conocimiento. En cuanto a la foto, el Vaticano admitió el retoque, según indicó la Associated Press.
«Celebro esta iniciativa –escribió Benedicto XVI– que quiere oponerse y reaccionar al necio prejuicio, según el cual el Papa Francisco sería sólo un hombre práctico, que carece de particular formación teológica o filosófica, al tiempo, que yo habría sido únicamente un teórico de la teología, que hubiera comprendido poco sobre la vida concreta de un cristiano de hoy».
«Los pequeños volúmenes –añadió Benedicto XVI– demuestran con razón que el Papa Francisco es un hombre de profunda formación filosófica y teológica, y ayudan por este motivo a ver la continuidad interior entre los dos Pontificados, aún con todas las diferencias de estilo y de temperamento».
«Sin embargo, no me apetece escribir sobre ellos una breve y densa página teológica –respondió el Papa emérito, pues seguramente se la habían pedido explícitamente–, porque siempre, en toda mi vida, me ha quedado claro que habría escrito y que me habría expresado solamente sobre los libros que he leído verdaderamente. Desgraciadamente, solo por razones físicas, no soy capaz de leer los once volumencitos en el fututo próximo, y mucho menos ahora que me esperan otros compromisos que ya he asumido».
Después de la difusión del último párrafo, transcrito y publicado el martes por el vaticanista italiano Sandro Magister, que estaba presente durante la conferencia de prensa, algunos comentadores han lanzado la hipótesis de que en la carta que monseñor Viganò envió para pedirle esa “paginita” teológica sugería a Benedicto XVI esas palabras insólitamente duras («prejuicio insensato»). Pero según ha podido comprobar el diario italiano “La Stampa”, esa expresión no aparecía en la petición de Viganò, por lo que se debe atribuir completamente al Papa emérito.
Andrea Tornielli – Ciudad del Vaticano
Vatican Insider – Reflexión y Liberación
La foto retocada de la carta de Joseph Ratzinger