Noviembre 21, 2024

Francisco en Chile: primeros ecos teológicos

 Francisco en Chile: primeros ecos teológicos

Francisco ya está en Chile. La emoción es grande, sobre todo en una Iglesia, como la chilena, que está herida, traspasada por las críticas y la desconfianza. Pero, la palabra de Francisco en sus primeras horas, y sus gestos han provocado que la esperanza permanezca presente. Quisiera ofrecer algunos “ecos teológicos” frente a los primeros discursos que el Obispo de Roma ha ofrecido en nuestro país: El encuentro con la Presidenta Michel Bachelet y el mundo político y civil en La Moneda y la Homilía en la Misa del Parque O’Higgins.

Encuentro con la Presidenta Michel Bachelet y el mundo político-civil

 Hay un guiño a la «ética intergeneracional» (implícita pero latente) cuando dice que hay que reconocer cómo la historia es construcción de todos. Había aparecido en “Caritas in Veritate”[1] de Benedicto XVI como patrimonio de la Doctrina social de la Iglesia. La justicia debe aparecer tanto en los planteamientos sociales, políticos pero también eclesiales. Hay un deseo de justicia, reparación y reconciliación al interior de la Iglesia en general, y de la Iglesia chilena en particular.

La frase «deponer dogmatismos exclusivistas». Hay que darle otra vuelta y pensar qué significa más profundamente. Ante este dogmatismo hay que pensar un sentido comunitario de convivencia. Intuyo que este “dogmatismo exclusivista” expresa esa práctica negativa de cerrar grupos en torno a un código sólo compartido por unos pocos. Cuando Francisco habla de que hay que volver al sentido comunitario, está volviendo al fundamento del Evangelio. En Jesús, Dios está abrazando la inclusión. Todos tienen lugar en el corazón del Padre.

El clave reconocimiento con dolor y vergüenza ante el abuso de algunos ministros de la Iglesia. Es un «daño irreparable» pero aparecen también signos de pasar del dolor a la alegría y a la confianza. Aquí el aplauso irrumpió en La Moneda. Siento que por aquí tendría que ir las consecuencias eclesiales y pastorales. El dolor es grande, la desconfianza creciente. Pero los signos aparecen, con qué grado, mayor o menor. Pero siento que la visita de Francisco puede significar una renovación en esto. Y también hay que pedir que la misma jerarquía de la Iglesia no impida y no coloque obstáculos en la búsqueda de la justicia y la reparación.

Un claro resumen de Laudato Si’ a todos los capítulos. Llamado a superar el paradigma tecnocrático. Y algo interesante: tener un sentido de «resistencia». Recordé el texto del teólogo mexicano Carlos Mendoza cuando habla incluso de una «teología en clave de resistencia»[2]. Se resiste a la cultura de la muerte y, en el caso del medioambiente, a la destrucción de la Casa común.

Homilía en el Parque O’Higgins

Centralidad cristológica de la vida cristiana: Francisco recalca la actitud del ver de Jesús. Hace un tiempo escribí sobre «la mirada como clave de interpretación del sentido comunitario de la fe»[3]. Recuerdo también a Johann Baptist Metz cuando habla de la «mirada de Jesús» como signo de una teología política.

La mirada de Jesús es «visceral»: mención a las entrañas o «rehem» de Dios. Dios en Jesús nos ama con amor de madre. Clave la lectura de los profetas de la misericordia (Isaías, Oseas, Jesús). Jean-Pierre Prévost define el rehem o el útero materno en los siguientes términos: “la noción de misericordia o de ternura se expresa en hebreo con la raíz raHam, que evoca el seno materno y por consiguiente el movimiento interior y las emociones que siente la mujer”[4]. Y más adelante agrega que “la misericordia de Dios no es un atributo cualquiera (…) desde la revelación del Sinaí, se impone como la cualidad fundamental del Dios de la alianza, como el signo primero de su amor”[5]

Mención de los «profetas de desventura»: misma expresión que Juan XXIII usó en la Apertura del Vaticano II el 11 de Octubre de 1962[6]. Se evidencia una recepción creativa del mismo Concilio. A ello se suma no ser «estadistas de acontecimientos» sino a comprometerse con el futuro.

Importancia de la esperanza: que no es resignación, que para Francisco tiene sinónimo de «postración negativa», «murmullo grosero» y «consumismo tranquilizante». La esperanza moviliza y exige apostar por el futuro. Es una esperanza que nace del Espíritu de Dios, que es el Espíritu de las Bienaventuranzas y que se concreta en lo que Francisco llama «golpe de proximidad, de vecindad y mirar rostros». Hay un personalismo y una filosofía de la proximidad, de la otredad que cruza el mensaje de Francisco. Por ahí tiene que ir la renovación eclesial. Sólo desde la compasión se logra la verdadera justicia, y la justicia implica la construcción consecuente de la paz.

[1] El planteamiento de Benedicto XVI en Caritas in Veritate es: “El hombre interpreta y modela el ambiente natural mediante la cultura, la cual es orientada a su vez por la libertad responsable, atenta a los dictámenes de la ley moral. Por tanto, los proyectos para un desarrollo humano integral no pueden ignorar a las generaciones sucesivas, sino que han de caracterizarse por la solidaridad y la justicia intergeneracional, teniendo en cuenta múltiples aspectos, como el ecológico, el jurídico, el económico, el político y el cultural” (CIV 49).

[2] Me refiero a Carlos Mendoza Álvarez, “Una racionalidad surgida de la resistencia ante la violencia sistemática”, Concilium 369 (2017), pp.69-80. La tesis central del artículo es que es necesario pensar una nueva racionalidad, no en clave técnico-instrumental, sino una racionalidad en términos de pluralismo (cf. p.69). Incluso la resistencia es “mística”, con implicancias de sabiduría y de anticipo escatológico. La resistencia comienza en los grupos excluidos, y uno de los grandes pobres o excluidos es la Tierra. En Laudato Si’, esto se llama “pecados contra la naturaleza” (LS 8).

[3] Juan Pablo Espinosa Arce, “Y Jesús, alzando la vista, le dijo” (Lc 19, 5). La mirada como clave interpretativa de la eclesialidad de la fe. Revista de Ciencias Religiosas y Pastorales Senderos (Revista electrónica) ISSN: 2215-4310 Enero-junio, 2016 Número 102, páginas 12-23 www.revistasenderos.org

[4] Jean-Pierre Prévost, Diccionario de los salmos (Verbo Divino, Navarra 1992), 37.

[5] Ibíd.

[6] Juan XXIII, Solemne apertura del Concilio Vaticano II, 11 de Octubre de 1962 https://w2.vatican.va/content/john-xxiii/es/speeches/1962/documents/hf_j-xxiii_spe_19621011_opening-council.html

Juan Pablo Espinosa Arce

Teólogo

Editor