Diciembre 3, 2024

Pascua de Fred Bennetts

 Pascua de Fred Bennetts

Nos llega desde Madrid la triste noticia del fallecimiento de Fred Bennetts, esposo de Pat Woodward, ambos luchadores por los Derechos Humanos y Pat, hermana del P. Miguel Woodward, torturado y asesinado en el Buque Escuela Esmeralda el 22 de septiembre de 1973. Al momento de su detención por personal de la Armada de Valparaíso, P. Woodward tenía 42 años y hoy sus restos se encuentran en el Cementerio n° 3 de Valparaíso. Desde la Redacción de Reflexión y Liberación, hacemos llegar a Pat nuestras sentidas Condolencias y le acompañamos con nuestra Oración desde Chile…

Para:  P. José Aldunate sj, Jaime, María Jesús,Mariano Puga,

Anita de la Legua, Hna. Karoline, Sergio Concha, Nicolás Vial,

P.  Jesús Rodríguez, y tantas más personas en Santiago – 

Querid@s tod@s:

Quisiera que les llegue la triste noticia del fallecimiento de mi querido Fred, que les llegue personalmente y de primera mano. Fue el 4 de octubre, día de S. Francisco.

En síntesis, durante los últimos años Fred padeció varias enfermedades que le fueron mermando sus fuerzas. Desde depresión, demencia leve a moderada, disfagia, desnutrición severa y gran pérdida de peso,alimentación al estómago  por sonda, caída y fractura de cadera, anemia por pérdida de sangre, y finalmente neumonía que  los antibióticos no pudieron curar.  Diós lo ha llamado evitándole el  cruel sufrimiento de un alzheimer.  Murió sin padecer dolor, nos despedimos antes de que le aliviaran con morfina.  Le dolía todo el cuerpo El sonreía y solo  pedía más besitos Estuve con él  cuando dejó de respirar, miraba las sábanas para ver si algo se movía.  Un recuerdo queme quedará para siempre.

Como el recuerdo de su despedida, entre amigos.  27 personas caminamos hasta un prado en el encinar deChaparral donde solíamos pasear,  con una paz enorme y vistas de la Sierra de Guadarrama, una tarde de verano, un 14 de octubre en pleno otoño.  Dije unas palabrastambién el amigo más antiguo, y un amigo diácono rezó el poema de S. Francisco que se escucha en todos los credos y explicó el significado de la muerte para los creyentes, y rezamos un Padre Nuestro.  Luego esparcimos sus cenizas alrededor de todo el prado de forma espontánea y con honda emoción.  Cada uno me dijo que era lo más bonito y sincero que les había tocado vivir.  La despedida que más le hubiera gustado a Fred.  Desde varios países, la familia y los más íntimos pararon unos momentos a las cinco de la tarde para unirse a nosotros. Y volvimos por el mismo caminito de vuelta a casa.  Como dijo el verdulero del pueblo es una de esas cosas que te quedará grabada en la cabeza para siempre .

Estoy muy orgullosa de haber tenido un marido muy valiente y siempre a mi lado en todas las luchas.

Reciban un abrazo muy fuerte,

Patricia Woodward.  /   Madrid.-

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