Desde Osorno a nuestros Cardenales en Roma

Desde Osorno a nuestros Cardenales en Roma

 Cardenal Pietro Parolín

Secretario de Estado Vaticano.

Cardenal Gerhard Muller

Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Cardenal Marc Ouellet

Prefecto de la Congregación para los Obispos.

Cardenal Joao Braz de Aviz

Prefecto de la Congregación para los Institutos de vida Consagrada.

Cardenal Ricardo Ezzati Andrello

Arzobispo de Santiago de Chile.

Cardenal Francisco Javier Errázuriz

Arzobispo emérito de Santiago de Chile.

Estimados cardenales tan cercanos al Santo Padre, nos parece oportuno y un deber de conciencia dirigirnos a Ustedes, en momentos que el Papa Francisco recibe a los obispos chilenos con ocasión de la visita Ad limina apostolorum, en el salón de su Biblioteca personal.

Sabemos por fuentes confiables que el cardenal Ricardo Ezatti -Arzobispo de Santiago- realizará algunas “iniciativas”, para que el Papa Francisco explore la posibilidad de visitar Chile este año 2017. Esta gestión de alto nivel, solicitada por un sector del mundo político chileno, manipulando una gesta tan importante para los pueblos de Chile y Argentina, como es el “Abrazo de Maipú” (la gesta de O’Higgins y San Martin), al cumplirse 200 años de esta histórica fecha que marca a nuestras dos naciones hermanas, queremos y necesitamos un Pastor que venga a evangelizarnos y a guiarnos en nuestro caminar como hermanos en la fe, para mostrarnos como fortalecer nuestras comunidades en el amor, respeto y a reestablecer nuestras confianzas. Como integrantes de la grey no está entre nuestras prioridades pastorales las relaciones políticas entre estados.

Sin duda queremos que el Papa Francisco venga a Chile. Así ha sido en la historia de las visitas papales al país; muchos de los nuestros (Comunidad de laicos y laicas Osorno-Chile), participamos activamente en la venida del Papa Juan Pablo II el año 1987 a nuestra patria, preparando su llegada, participando activamente en la inolvidable misa en Puerto Montt y concurriendo al encuentro mundial de jóvenes en Buenos Aires, pero con esa misma confianza cristiana y respeto debido, hemos de señalar -como todos sabemos en Chile- que la crisis que afecta a nuestra Iglesia católica es seria y muy profunda. Esta realidad objetiva, detona los bajos grados de credibilidad que señalan todas las encuestas, aun las que se realizan en universidades o centros de sociología de universidades católicas chilenas.

Desde la perspectiva de lo que ocurre con el nombramiento del Obispo Juan Barros Madrid en nuestra Diócesis de Osorno, desde hace dos años se han sumado voluntades cristianas y ciudadanas, para que se busque una salida a esta grave crisis y el Obispo salga de Osorno. No por un mero afán voluntarista, sino porque pensamos que los delitos de pedofilia y sus complicidades -por silencio u omisión- hacen a un Obispo reprochable. Esa es la cuestión de fondo y no otro motivo.

Don Juan Barros, fue discípulo del pederasta Fernando Karadima, en su momento viajó a Roma a defenderlo, era una persona clave en la ya disuelta Pía Unión Sacerdotal del Sagrado Corazón de Jesús, creada y dirigida por Karadima con alto impacto en algunos sectores del clero de Santiago. Finalmente, la Congregación para la Doctrina de la fe encontró culpable a Karadima y fue condenado por este crimen desde la Santa Sede, por lo tanto, don Juan,  sí es reprochable para muchas personas dentro y fuera de Chile. Este solo hecho, hace que su nombramiento e importante cargo pastoral actual sea “insostenible” ahora y a futuro.

Por lo anterior, les hacemos llegar nuestra opinión en estos días de la Visita Ad Limina; si llegase a venir a Chile el Papa Francisco -como ya lo solicita un partido político chileno- desde ya advertimos en conciencia, con sinceridad y dolor que habrán acciones masivas y no violentas que dirán en voz alta nuestra clara posición: No al Obispo Barros en Osorno. 

Por cierto que nadie quiere ese escenario inadecuado, más si se trata de la visita del Hermano Obispo de Roma, pero de nuestra parte hemos agotado todas las instancias de diálogo posibles sin ser debidamente escuchados y menos consultados ante esta crisis de credibilidad y unidad que afecta a nuestra Diócesis de Osorno.  En estos dos difíciles años solo nos recibió el Obispo Alejandro Goic, en el contexto de la Asamblea Plenaria de Obispos, celebrada en noviembre último en la casa de retiros de Punta de Tralca.

Somos muchos los laicos y personal consagrado los que pensamos que mientras no se resuelva el llamado “Caso Barros” no nos parece oportuna la visita de Su Santidad a tierra chilena como sí lo desea, fervientemente, la Comisión Internacional del Partido Demócrata Cristiano de Chile; nos parece un mínimo de rigor, observar seriamente las circunstancias actuales por la que atraviesa nuestra Iglesia, por el dolor y daño ocasionado en la grey osornina por lo que llamamos a examinar con criterio objetivo y mirada de país el avanzar en una eventual visita del Papa Francisco a Chile.

En la ciudad de Osorno hay, lastimosamente, una herida abierta no querida ni producida por el Pueblo de Dios orante y misionero. Por esta atendible razón y mientras no sane esa lesión que nos afecta como país, sería imprudente gestionar o forzar una visita del Santo Padre a Chile. Más bien nos unimos y agradecemos sus valientes palabras dichas en su memorable viaje apostólico a los EE.UU.

“Dios llora. Los crímenes contra menores no pueden ser mantenidos en secreto por más tiempo. Me comprometo a la celosa vigilancia de la Iglesia para proteger a los menores y prometo que todos los responsables rendirán cuenta…“.

(Papa Francisco, en Filadelfia – Sept. 2015).

              Mario Vargas Vidal                                 Danilo Andrade Barrientos

                        Vocero                                                  Laico  Ignaciano

Organización: Comunidad de Laicos y Laicas de Osorno – Chile