Noviembre 24, 2024

“Porque yo quiero amor y no sacrificio, conocimiento de Dios, más que holocaustos”

 “Porque yo quiero amor y no sacrificio, conocimiento de Dios, más que holocaustos”

“Porque yo quiero amor y no sacrificio,
conocimiento de Dios, más que holocaustos”(Oseas 6,6)

Juan 1,29-34:

Al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó: “Este es el cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo dije: “Tras de mi viene un hombre que está por delante de mí porque existía antes que yo. Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua, para que sea manifestado a Israel”. Y Juan dio testimonio diciendo:

“He contemplado al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma y se posó sobre él.

Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: “Aquel sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ese es el que ha de bautizar con Espíritu Santo”.

Y yo lo he visto y dado testimonio de que este es el Hijo de Dios.

¿Cómo está el Mundo?: En este mundo de hoy hay una tarea inmensa que realizar, pues estamos plagados de problemas por todas partes: hambre de una gran parte de la humanidad, injusticias clamorosas, desigualdades exorbitantes y crecientes de 1 a 600 (mientras una persona trabajando gana 1 otra gana 600, y algunos aun mucho más sin dar golpe), emigraciones y desplazamientos forzados, campos de refugiados lamentables, torturas entre personas, guerras, dictaduras, violación de los derechos humanos, violencia de género, animales torturados y maltratados; desigualdad y marginación de la mujer en muchas economías, culturas y religiones; niños secuestrados y adiestrados para matar o vendidos, engordados y desguazados para negociar con sus órganos; explotación, contaminación y adulteración de la tierra, el agua y las plantas; corrupción masiva e invasiva a nivel mundial: solo en España se descubren 3 corruptos cada día, en los dos últimos años 1378 personas imputadas, pero tan solo 82 encarceladas. El abuso sexual de los niños con el cáncer de la pederastia, precisamente incluso dentro de la propia iglesia católica. En fin, que mirar para el mundo deprime al más optimista.

Todos somos necesarios: Esto hace que la proclamación del mensaje del Evangelio, con nuestros hechos y nuestras palabras sea más urgente que nunca y no hay nadie imprescindible en esta labor. Todos somos necesarios, porque necesario es su mensaje para todos los seres humanos y para toda la creación. Es un mensaje que por su contenido se hace creíble por si mismo para todo ser humano que valore la justicia, el amor, la igualdad, la fraternidad, la paz, la solidaridad, la vida, la dignidad de la persona humana y de la creación.

Compromiso con los grandes valores: Dejarse impregnar por estos grandes valores para hacerlos ley suprema de nuestra vida, eso es ser bautizados por el Espíritu de Dios, que bautizó a Jesús. Por este mismo Espíritu necesita ser bautizada la sociedad y la Iglesia también. Un bautismo que es necesario para creyentes, ateos, agnósticos, librepensadores…; porque quien rechace esos grandes valores y actúe en contra de los mismos tiene que preguntarse si es digno de ser persona humana. Sin estos valores el bautismo de agua que recibimos los cristianos no sirve para nada. Lo demuestran bien claro, por ejemplo, los políticos y empresarios corruptos: seguro que casi todos o todos, fueron bautizados de pequeños y ahora de adultos son corruptos y ateos porque su dios es el dinero y el poder, pues aunque confiesen a Dios de palabra, o en misas, funerales y procesiones, lo niegan con los hechos corruptos de su vida. Ser cristiano no es solo estar bautizado, sino que consiste en todo un estilo de vida y compromiso coherente con Jesús de Nazaret y su Evangelio.

Para quitar el pecado del mundo: Jesús se bautizó de adulto como signo visible de compromiso con su misión en la vida: anunciar la salvación a los pobres, la liberación a los oprimidos y a los opresores, aquellos de estar oprimidos y estos de ser sus opresores, así como quitar el pecado del mundo, es decir: la injusticia, la opresión, la esclavitud, la miseria, la emigración forzosa, los desplazamientos, el abuso de poder, la desigualdad, la explotación del hombre por el hombre, los engaños, las falsedades, la violencia, las guerras, el hambre, la ambición, la idolatría del dinero y del poder la corrupción política y social y toda clase de ídolos que dañan al hombre y la sociedad. Estos son los grandes pecados que Dios rechaza porque dañan al hombre

Dios no necesita ninguna reparación: Jesús no es un cordero inmolado y sacrificado para reparar a Dios ningún daño, porque a Dios como tal nadie lo puede ofender, ni necesita reparación de ninguna clase, ni Dios castiga a nadie por eso ni por ninguna otra cosa: solo los seres humanos nos castigamos unos a otros por el mal que nos hacemos. Jesús murió porque lo persiguieron hasta la muerte. Su muerte fue un asesinato. Su proyecto de construir aquí en la tierra el Reino de Dios era radicalmente incompatible con el imperialismo romano y con el montaje religioso-político del templo de Jerusalén. Precisamente los que más lo persiguieron fueron los “piadosos” del templo y los que vivían del orden establecido por ellos y para ellos a costa del pueblo. En Jesús veían una amenaza a su situación de privilegio. Por eso se enfrentaron a él, lo persiguieron, con soborno lo apresaron, lo sometieron a un juicio sumarísimo, lo condenaron a muerte y lo asesinaron.

Hay de sobra para todos: Después de veinte siglos de conocer su mensaje y su vida tan comprometida, es menos admisible que nunca que haya tanto dolor y sufrimiento en el mundo, tanta desilusión y tanto desánimo, porque hay de sobra de todo para todos. Con los medios actuales, todo el mundo puede vivir muy dignamente, pero la ambición de dinero y poder lo está estropeando todo, junto con las leyes injustas que los ricos y poderosos se dan a si mismos, para que sea legal lo que es manifiestamente injusto. No hay verdadera voluntad política de hacer un mundo mejor.

Desde los de arriba y desde los de fuera nunca será posible hacer un mundo mejor, pues hacen lo contrario. Solo desde los de abajo y los de dentro será posible hacer un mundo mejor para todos y para toda la creación.

P. Faustino Vilabrille Linares

A s t u r i a s

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