“Hace solo pocos años era imposible conmemorar juntos a Lutero”
«En los años ochenta nadie habría creído que los luteranos y los católicos habrían sido capaces de alcanzar un acuerdo sobre la cuestión de la justificación, como sucedió en 1999, y hace solo pocos años si se hubiera hablado de conmemoración común de los 500 años de la Reforma de Martín Lutero, muchos habrían dicho .“Imposible”».
El Pastor Martin Junge, Secretario General de la Federación Luterana Mundial (Lutheran World Federation), fue invitado por la Sala de prensa vaticana a participar en la presentación del próximo viaje del Papa a Suecia, a la ciudad de Lund, entre el lunes 31 octubre y el martes primero de noviembre próximos. Con él estaba el cardenal Kurt Koch, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, quien reveló que ambas Iglesias están «por buen camino» para alcanzar un acuerdo sobre las cuestiones pendientes, relacionadas con la Iglesia, el ministerio y la eucaristía, que podría llevara a una nueva y no muy lejana segunda declaración conjunta. El director de la Sala de prensa vaticana, Greg Burke, subrayó que también Benedicto XVI habría hecho un viaje parecido.
Francisco partirá el lunes 31 de octubre desde Roma y llegará a las 11 de la mañana al aeropuerto de Malmö, en el sur de Suecia, en donde será recibido por el Primer ministro sueco Stefan Löfven. EL Papa almorzará en privado mientras se llevan a cabo dos comidas de honor: una ofrecida por el mismo Primer ministro al cardenal Secretario de Estado Pietro Parolin, y otra para el cardenal Kurt Koch por parte de la Federación Luterana Mundial. Después Francisco visitará por la tarde a la familia real sueca, en el palacio de Kungshuset en Lund. Posteriormente habrá dos encuentros fundamentales par ala visita: primero en la catedral luterana de Lund, cerca del palacio real, habrá una oración ecuménica a las 14.30; después, el evento ecuménico organizado en la Malmö-Arena, al final del cual el Papa se reunirá con las treinta delegaciones protestantes presentes y de diferentes partes del mundo.
La ciudad de Lund fue elegida porque allí tiene su sede la Federación Luterana Mundial, y el viaje papal pretende conmemorar no solo el 500 aniversario de la Reforma de Lutero, sino también los 50 años del diálogo entre esta federación y la Santa Sede. Puesto que la única diócesis y la nunciatura apostólica en Suecia se encuentran en Estocolmo, el Papa dormirá en un centro de investigación médica cerca de Lund, en donde suele reunirse la Conferencia Episcopal del país. El segundo y último día de la visita, el martes primero de noviembre, día de Todos los Santos, estará dedicado a la comunidad católica: el Papa celebrará la misa en el Swedbank Stadion de Malmó. Después despegará del aeropuerto local a las 12.30 para volver a Roma alrededor de las 15.30.
El lema del viaje papal se inspira en el título de u informe publicado en 2013 por la Comisión internacional católico-luterana sobre la unidad: «Del conflicto a la comunión». Respondiendo a las preguntas de los periodistas, el director de la Sala de prensa vaticana, Burke indicó: «Creo que también Benedicto habría hecho un viaje parecido, una conmemoración, es lógico, teniendo en cuenta la larga preparación de este evento».
Durante el viaje a Lund, subrayó Burke, el Papa hablará en su lengua, el español, porque Suecia es un país con una inmigración consistente y muchos miembros de la minoría católica (119 mil personas de casi 10 millones de habitantes) son inmigrantes. Entre los testimonios de la tarde ecuménica en Lund, intervendrá una mujer refugiada de Sudán del Sur. Participará el obispo de Alepo, puesto que la Caritas y la Iglesia sueca colaboran desde hace mucho tiempo para ayudar al país en guerra y en otras emergencias.
«La Federación Luterana Mundial comprende plenamente las necesidades pastorales del Papa», explicó Junge a los periodistas que le preguntaban si el segundo día del viaje, inicialmente no previsto en el programa, no podría diluir el contenido ecuménico del viaje.
La novedad de esta visita, indicó Koch, «consiste en el hecho mismo de que tenemos una conmemoración común», mientras en el pasado había conmemoraciones divididas, y a menudo incluso con tonos «triunfalistas o polémicas». «Tengo un poco de miedo de que el viaje sea reducido a la pregunta: “¿Volverá a suceder?”. Como sea, no sé qué irá a decir el Papa: sabemos que siempre está listo para darnos sorpresas, pero, si las sorpresas se contaran con anticipación, ya no serían sorpresas». Durante la conferencia de prensa, Burke explicó que no se espera que el Papa anuncie novedades en relación con el tema de la inter-comunión, pero recordó que Francisco ya había hecho aperturas significativas durante una visita a la iglesia luterana de Roma, en noviembre de 2015.
¿Y caerá la excomunión contra Martín Lutero?, preguntaron los periodistas. «No puede quitarla», explicó Koch, «punto que la excomunión concluyó con su muerte. Una excomunión acaba con la muerte de una persona, y un Papa no tiene el poder para cambiar las cosas en la eternidad… Otra cosa es lo que podemos decir sobre Lutero y lo que podemos aprender de Lutero. Por ejemplo, el bello discurso que pronunció Juan Pablo II en Mainz, o el que pronunció Benedicto XVI en Erfurt, cuando subrayó que la mayor preocupación de Lutero era la centralidad de Dios y de Cristo, o, incluso, lo que dijo el Papa al volver de Armenia, cuando subrayó que Lutero tenía buenas intenciones».
Diferentes cuestiones son las que todavía dividen a los luteranos y católicos. Tanto Jung como Koch subrayaron que la misma declaración conjunta sobre la justificación pone en evidencia que no hay acuerdo con respecto a tres puntos: el ministerio, la Iglesia y la Eucaristía. «Sobre estos temas, hay, a nivel regional, un diálogo que procede bien. Vamos por el buen camino para resolver estos tres puntos, y podemos seguir por la vía de una nueva declaración sobre estos temas».
Iacopo Scaramuzzi – Ciudad del Vaticano
Vatican Insider – Reflexión y Liberación