Ochenta y tres años de Sacerdocio

Próximo a cumplir los 83 años de sacerdocio, el 31 de Marzo, el sacerdote jesuita José Aldunate Lyon, asombra y conmueve con su testimonio de peregrino al contar su historia, y abordar su mundo de fe que lo ha guiado desde que se acuerda.
Tuve la profunda experiencia de conocerlo en Octubre del año recién pasado, y cada vez que uno se aproxima a escritos suyos, la experiencia imaginable de fe, se torna al encontrarse con la verdad de sus palabras, y la sencillez de sus anhelos.
Me parece impensable pasar esta fecha sin escribir algo en su homenaje. Desde su fe, ha hecho todo cuanto ha podido, por respetar la dignidad humana, salvando la vida, de cuantos ha podido.
Ha realizado en vida un testimonio real por el trabajo obrero, siendo carpintero, y a la vez profesor en la Facultad de Teología de la Universidad Católica, desde donde lo pequeño de cada una de sus obras es lo que verdaderamente ha empujado, siente él, en pequeño la historia.
Su opción por Dios ha inspirado su vida, más que la misma búsqueda de la felicidad. Donde cada una de sus opciones, más que ser su propia opción, ha sido la opción del Señor que se ha manifestado en el.
Fundador del Movimiento contra la Tortura Sebastián Acevedo, se hizo sentir, en la época de la Dictadura, como un movimiento de no violencia activa.
A lo largo de su vida sacerdotal, trabaja con el Padre Alberto Hurtado en la Asich, fue Maestro de Novicios en la Congregación Jesuita, Superior del Centro Bellarmino, Provincial de la Congregación Jesuita, participa en el grupo de equipo misión obrera (EMO), director de revista Mensaje, editor del boletín Policarpo y cofundadorde la revista Reflexión y Liberación, entre otras importantes responsabilidades.
Si pudiese existir una frase, especialmente hermosa por su sencillez, que reviste todo el valor que hay en lo profundo del corazón del Padre Pepe, es la siguiente:”Quisiera si morir como pobre, así como he tratado de vivir sin lograrlo de veras”.
Perseguido y no solo por la Dictadura Militar, su férrea postura de jesuita, sin duda ha molestado a muchos otros , que han visto en él a un gran ejemplo, como modelo a seguir, por futuros jesuitas, que busquen vivir cerca del corazón del hombre y de sus comunidades.
Al conocer al Padre José, conocemos en parte la paternidad de nuestro querido Dios.
Gracias por acompañarnos Padre Pepe en este difícil caminar, que intentamos sea consecuente, que es la fe en el Cristo del Madero.
Gracias por 83 años regalados a los hombres que buscan la fe y a quienes dirigen la Iglesia.
Raquel Sepúlveda Silva
Consejo Editorial de revista Reflexión y Liberación – Chile