Tenemos que ser una Iglesia en salida
El P. Ángel Fernández, Rector Mayor Salesiano, oriundo de Asturias, estuvo hace poco en Chile y expresó su alegría de estar con representantes de la Familia Salesiana. Presentamos parte de sus reflexiones que fueron acogidas con gratitud y esperanza:
- Prohibido lamentarse.
Porque les digo esto mis queridos hermanos y hermanas, porque creo que no lamentarse tiene que ser la definición de nuestra Familia Salesiana. Somos una familia muy grande en la Iglesia, seguramente de las más grandes en la Iglesia, primero porque las Hijas de María Auxiliadora son muy numerosas, los Salesianos también son numerosos, pero los Salesianos Cooperadores son más numerosos todavía, y los Exalumnos y Exalumnas aún más. Hablamos de cientos de miles de personas, somos una fuerza religiosa, una familia muy importante. La Iglesia espera de nosotros mucho y nuestra función no puede ser de personas que se lamentan, si estuviéramos en España usaría la expresión de unas “plañideras”, aquellas que tienen por profesión llorar en los entierros, o de hacer que lloran, porque en realidad no lloran. No somos Familia Salesiana para lamentarnos de nada y de nadie, y menos de este mundo, Don Bosco nunca lo haría, Don Bosco aceptó el mundo que le toco vivir y, desde él, procuró mejorarlo para hacerlo mejor, como dice la Cantata a Don Bosco. Entonces, en síntesis, les quiero recordar: somos una Familia en la que no nos podemos lamentar. Está en la definición de nuestra Familia Salesiana. Somos un movimiento muy grande de alcance mundial. La Iglesia espera mucho de nosotros, nuestra tarea no puede estará marcada por las lamentaciones. No somos para lamentarnos. Aceptar el mundo y desde el vemos que vamos a hacer.
- Tenemos que ser una Iglesia en salida.
El Papa espera mucho de nosotros. Tenemos que ser una Iglesia en salida, que no está dentro de las propias paredes, muros, templos, grupos, para estar cómodos. Tenemos que distinguirnos por ser una familia religiosa donde todos tengan cabida, donde cualquiera puede llegar si busca alguien a quien encontrar. La persona que diga tengo un problema, no sé dónde ir, alguien le dirá vete con la Familia Salesiana que alguien te va atender. Eso es ser una familia religiosa que tiene las puertas abiertas. La Iglesia es muy diversa, tiene muchos carismas, el Espíritu sopla de muchas maneras, pero estamos muy lejos de algunos grupos de Iglesia que solamente se preocupan de que sus integrantes sean puros, auténticos, que se crean los mejores. Nosotros no somos así, somos imperfectos, somos limitados, somos tan frágiles como los demás, no condenamos y acogemos a todos, porque desde nuestro carisma esta es la mejor traducción del Evangelio con el Espíritu Salesiano. Otros podrán hacer lo suyo y está bien, nosotros no estamos para entrar en conflicto con nadie, pero somos una familia donde cualquiera puede encontrar las puertas abiertas, donde cualquiera pueda sentirse acogido, no digo para quedarse, para sentir siempre que tiene las puertas abiertas.
- Don Bosco hizo el bosquejo y nosotros ponemos los colores.
En el musical me gustó mucho una frase que yo intente grabarla: Don Bosco hizo el bosquejo y nosotros ponemos los colores. Es una frase preciosa, es una definición de Familia Salesiana hermosísima. Con los cuatro grupos que fundó, Don Bosco hizo el diseño, el bosquejo, el boceto de lo que sería su Familia Salesiana. Nosotros estamos poniendo los colores, y esos colores son ya de treinta grupos diversos, pero que coincidimos en la fuerza del Carisma Salesiano, y otros y otras que siguen llamando a las puertas y seguro que el Espíritu Santo suscitará otros dos, tres, cuatro, quién sabe, pero al menos están llamando a la puerta. Por lo tanto, también una palabra para decirles que esto no ha terminado y, si esto no fuese desafiar al Espíritu, podría decir que estamos todavía comenzando. No se cómo será nuestra Familia Salesiana dentro de cien años, lo importante es cómo le estamos poniendo los colores.
- Crecer en identidad.
Es doble el desafío que tenemos, unido al de estar siempre en salida, nos corresponde a nosotros ser Familia Salesiana que crece, sobre todo debemos crecer en identidad, hemos de crecer en lo esencial de cada uno de nosotros. Que se espera de las Hijas de María Auxiliadora, que sean unas preciosas Hijas de María Auxiliadora, tal como lo dicen sus Constituciones y Reglamentos, y que sean auténticas, llenas de vida, de frescura de opción por los humildes. Que se espera de los Salesianos, lo mismo, que seamos realmente como Don Bosco nos soñó, pensó y vivió con los suyos. Que se espera de los Salesianos Cooperadores y Salesianas Cooperadoras, que sean los salesianos en el mundo, que sean las Hijas de María Auxiliadora en el mundo, que lleguen a dónde nosotros, religiosas, religiosos y otros grupos religiosos consagrados de nuestra Familia no podemos llegar, y no podemos llegar, porque en la sociedad civil donde ustedes los laicos llegan, a veces, mucho más allá donde ni siquiera el Rector Mayor y la Madre General pueden llegar. Esa es una de las características de nuestra Familia Salesiana y también para crecer hemos de hacer propuestas, hemos de atrevernos a decir mira porque tenemos una linda familia religiosa, ven con nosotros, te invito, como el Evangelio, ven y verás, y si estás a gusto te quedas con nosotros y si quieres tener lo tuyo, aquí nos tienes siempre.
Salesianos Cooperadores – Chile
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